Principal

Diario YA


 

la ONU mantiene una lista de dieciséis territorios denominados “No Autónomos”

Organismos internacionales ¿Son eficaces?

Luis de Carlos Calderón. La pregunta, formulada en el título del artículo, cobra todo su sentido a la luz de lo que queda manifestado partiendo de la realidad constatada de que la eficacia, en cualquier iniciativa de un organismo internacional, está en el interés y en el poder que tenga una determinada nación interpelada en orden a la solución de un conflicto. Si la nación posee cierto poder o es amiga de las naciones que lo ostentan, pero no tiene interés en resolver conforme a los dictámenes o indicaciones del organismo, se hace casi imposible dicha solución. En el tema que nos ocupa, sobre el Sahara Occidental, podemos comenzar por recordar lo argumentado por el Dictamen del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya (16 de octubre de 1975) en el que la Corte llegó a la conclusión de que los elementos de juicio, puestos a su disposición, no demostraban la existencia de ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sahara Occidental ni con el Reino de Marruecos ni con el complejo mauritano razón por la cual es legítima la aplicación de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de la ONU, sobre la concesión de la Independencia a los países y pueblos coloniales, en lo que se refiere a la descolonización del Sahara Occidental y a la aplicación del principio de la libre determinación mediante la expresión libre de la voluntad de los saharauis.

Seis días después, el Consejo de Seguridad de la ONU emitía una resolución relativa a la situación del Sahara Occidental.  Sobre el mismo particular, hasta octubre de 2009, he contabilizado 59 resoluciones de dicho Consejo de Seguridad, 40 Informes del Secretario General de la ONU y 41 resoluciones de la Asamblea General del mismo organismo. En el día de hoy se habrán sumado algunas más. Todas estas decisiones que, teniendo en cuenta su éxito, no dejan de ser declaraciones de buena intención versan sobre distintos aspectos de un mismo problema que abarcan desde el derecho del pueblo saharaui a un referéndum de autodeterminación hasta los medios o mecanismos para llegar a su realización.

Una de las más celebradas, que tuvo la consecuencia del cese formal del fuego el 6 de septiembre de 1991,  se produjo en fecha 29 de abril del mismo año por Resolución nº 690, en la que el Consejo de Seguridad, recordando resoluciones anteriores sobre el derecho al Referéndum, una de las cuales contenía el texto completo de las propuestas de arreglo aceptadas por Marruecos y el Frente Polisario, autorizó la creación y el establecimiento en territorio saharaui de la “Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental” (MINURSO), con el mandato de salvaguardar para el pueblo saharaui el libre ejercicio de su derecho a la autodeterminación. Se estableció, como fecha para su celebración, el 26 de enero de 1992, es decir hace la friolera de 18 años. El punto 3 pide a ambas partes que cooperen plenamente con el Secretario General. Pero ha ido aplazándose y, actualmente, se encuentra bloqueada debido a las 350.000 apelaciones presentadas ante la MINURSO por el Estado alauita que, en la práctica, se opone a cualquier solución que no pase por el reconocimiento de su soberanía sobre el Sahara. Toda una respuesta, cínica y burlona, de las autoridades marroquíes a la cooperación pedida lo que demuestra que algunas naciones tienen patente de corso en los organismos internacionales puesto que se les sigue tratando favorablemente como en los recientes acuerdos Marruecos- UE, a pesar de la violación de las más elementales normas del Derecho internacional. En gran parte, todo hay que decirlo, gracias a su aliada Francia,  en un no muy lejano ayer santuario de la ETA y hoy protector del Sultanato marroquí.
Sin sus aliados, Mohamed VI, no se atrevería, como hizo el jueves pasado, día 18 del presente mes de marzo, en un alarde de prepotencia, y desprecio a cualquier posición que no sea la suya, espetar a Christopher Ross, el enviado especial del secretario general de la ONU para el Sahara Occidental, que la iniciativa de Rabat para la autonomía de Sahara Occidental en el marco de la integridad territorial y la unidad nacional de Marruecos "responde perfectamente a los parámetros y directivas de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU" (agencia de noticias oficial marroquí MAP).
En este contexto, sería oportuno recordar que la ONU mantiene una lista de dieciséis territorios denominados “No Autónomos”, que se encuentran bajo la supervisión del Comité de descolonización. Diez de ellos dependen del Reino Unido, incluidos Gibraltar y Las Malvinas, lo que también manifiesta un especial cariño de los gobiernos de esta nación a seguir lo que los organismos internacionales le indican; tres, Estados Unidos; uno, Francia, los tres países de siempre, y otro, Nueva Zelanda. Y el Sahara Occidental, el único “No Autónomo” de África, bajo administración española ejercida de facto por Marruecos.