Pamplona vuelve a gritar: ¡viva San Fermín!
Miles de personas han vuelto a responder al grito de "Pamplonesas, pamploneses, ¡viva San Fermín!" que ha sonado desde el balcón central de la Casa Consistorial al prender la mecha del cohete que abrió este mediodía las fiestas de la capital navarra.
Uxue Barkos, que salió al balcón junto a la alcaldesa, Yolanda Barcina, elevó la voz ante las miles de personas congregadas en la plaza consistorial y en las calles de alrededor, así como en otros puntos de la ciudad, la Plaza del Castillo o el Paseo de Sarasate, donde se han instalado pantallas gigantes de televisión para seguir el chupinazo sin las aglomeraciones del centro neurálgico.
Con un día con nubes y sol y una temperatura agradable, los miles de asistentes al lanzamiento del cohete esperaron la hora vestidos de blanco, con el pañuelo rojo en alto y dirigido hacia la fachada del Ayuntamiento, entre gritos, bajo el lanzamiento de litros de champán, los confetis blancos y rojos disparados desde la Casa Consistorial y entre empujones.
La tensión se multiplicó cuando Uxue Barkos salió a las 12 al balcón y esperó unos momentos a que diera la hora y prendió la mecha. La alegría explotó en las calles de la ciudad.
Momentos antes de que se lanzara el cohete, agentes de la Policía Municipal desalojaron de la sala del Consistorio desde la que se sale al balcón principal a los dos ediles de ANV, primero a Mariné Pueyo y después de Mikel Gastesi, al intentar desplegar la 'ikurriña' en la fachada del Ayuntamiento.
Tras el 'chupinazo' lanzado por la edil nacionalista, los concejales pamploneses fueron prendiendo sucesivos cohetes, anunciando la salida de la banda de gaiteros del Ayuntamiento que, como todos los años, se abre paso en la plaza entre la multitud.
Como ya es habitual el día del 'chupinazo' durante las primeras horas de la mañana agentes de la Policía Foral y Policía Municipal requisaron, en los accesos al casco antiguo, huevos, harina, ketchup y demás productos que los más jóvenes utilizan para tirarse entre ellos.
Con el 'pañuelico' rojo ya anudado al cuello, los pamploneses y visitantes se adentran en nueve días de fiesta y desenfreno. Mañana será el día grande, festividad de San Fermín, y tendrá lugar la procesión en honor al santo por las calles del casco antiguo de la ciudad.