Pataleta de Orange en España
Ricardo Fraguas
Jean Marc Vignolles, máximo responsable de Orange, France Telecom, en España, ha hecho pública su insatisfacción por todas las circunstancias que hacen incómodo su desarrollo empresarial y el crecimiento de negocio.
En su participación en el anual encuentro del sector de las Tecnologías de la Información y la comunicación en Santander, tras reconocer que Orange ha diseñado e implementado un modelo de negocio exitoso en España que permite continuar invirtiendo en nuevas infraestructuras, el Consejero Delegado de Orange, afirmó que los operadores de red se enfrentan a una situación difícilmente sostenible, debido a la presión fiscal y la regulación actual, en tiempos de crisis. Vignolles denunció la que, a su juicio, es una situación de privilegio de Apple y Samsung en el mercado de terminales, y de Google, por la asimetría fiscal.
Expresó que la estrategia comercial de “subvencionar” los terminales a cambio de compromisos de permanencia y repercusión en las tarifas toca a su fin. Lo hizo, más que lamentándose, en tono de queja, como si hubiera sido una imposición, en vez de una decisión propia de estrategia comercial. A pesar de la crítica directa al operador escandinavo Yoigo por ofrecer condiciones y servicios que le ha permitido crecer rápidamente en usuarios -212.000 usuarios en Julio-, y de transmitir que este tipo de acciones no son sostenibles, Vignolles ha anunciado el renacimiento de la marca amena para competir con estas iniciativas y ha admitido que, si se diera el caso, podría considerarse el interés por la compra de Yoigo.
Como el resto de los responsables de los principales proveedores de servicios de telefonía y acceso a internet, Vignolles elevó a las principales posiciones de prioridad en la estrategia de negocio la atención al cliente, en todos los sentidos.
Ya ha sucedido en otras ocasiones en otros sectores en España. Hemos estado acostumbrados a someternos a los servicios existentes por no haber otra oferta, hasta que nos hemos dado cuenta de que puede ser de otra manera más provechosa para el usuario sin dejar de enriquecer, de ser rentable para el proveedor del servicio.
¿Os acordáis de la “vergüenza” de estaciones de servicio que nos ofrecía Repsol y Campsa, hasta el último minuto de la última hora, antes de la entrada de otras empresas distribuidoras de gasolina en nuestro país, que empezaron a ofrecer mínimos de higiene y seguridad?
España ha sido y es una ganga para los operadores de telefonía móvil, todos los operadores lo han reconocido. Aun siendo “mágico” y fantástico podernos comunicar en movimiento, hasta la llegada de Yoigo y su estrategia de trasparencia, tenemos la sensación de haber estado haciendo el “canelo”. ¡Madre mía lo que hemos gastado en sms, y en llamadas! Los operadores aguantaron la oferta de tarifa plana todo lo posible y cuando empezaron a ofertarlas, de planas tenían poco, siempre había limitaciones y más limitaciones en la letra pequeña. Como siempre, en otros países se ofrecían antes y a mejores precios. Todo muy respetable, pero intentar hacernos pensar que para las empresas, muy en concreto, que han operado en ámbito de la telefonía móvil, nuestro país no ha sido y es una bicoca, ya resulta molesto.
Seguimos soportando servicios muy “deficientes”, establecidos en la sobresaturación de las redes pero, eso sí, a precios de servicio Premium. Comparado con otros países europeos, o los EEUU, pagamos precios de servicio de “limousine” y vamos en “motocarro”. Lo de cuidar al cliente y el foco en la atención al cliente, ya es de guasa.
Yoigo ha demostrado que pueden ofrecerse mejores tarifas, más acordes a la calidad de servicio que se ofrece, manteniendo una alta rentabilidad para su empresa.
Es muy respetable que cada cual decida dónde, cómo y cuándo hacer sus inversiones y sus emprendimientos y, por ello, sea libre de elegir en qué lugar y negociado para actuar atendiendo a las condiciones de mercado y regulatorias. También lo es defender posiciones e intereses propios e, incluso, ampararlos en el interés de la sociedad española.
Por supuesto que el desarrollo de infraestructuras y servicios en el sector de las telecomunicaciones es capital para la prosperidad de la sociedad española. Por ello, no está demás confiar en que France Telecom siga contribuyendo a ello con la mejora de infraestructuras, la creación de empleo, con sus servicios y ofertas que estimen oportunas. Es muy de agradecer que atendiendo al magnífico rendimiento de la clientela española en los pasados años, Orange pueda adecuar márgenes de rentabilidad dentro de la sostenibilidad que le permitan mantener y generar empleo y continuar contribuyendo al bienestar de nuestra sociedad.
Confiemos que sepamos animar a los reguladores a que fomenten la competitividad sostenible para beneficio de ciudadanos, autónomos, pymes y empresas.
Confiemos que tengamos oportunidad de elegir y que vayamos aprendiendo a hacerlo