Principal

Diario YA


 

Paul Weller: el padrino "mod"

Paco Ochoa

Paul Weller: el padrino mod

Así lo llaman en su tierra: the modfather. Y es que Paul Weller se ha ganado a pulso su privilegiada posición como uno de los músicos más influyentes del nuevo pop británico y como guardián de las esencias del sonido inglés y del movimiento mod, que es probablemente, y junto a la Reina, al Big Ben y a la Torre de Londres, lo mas british que uno puede encontrar en este mundo de nuestros pecados. El caso es que Mr. Weller lleva años deslumbrando con sus cortes de pelo, sus chaquetas entalladas, sus pantalones siempre por encima del tobillo y sus zapatos black and white. Ahora ha cumplido medio siglo y ha decidido celebrarlo con un disco casi tan extenso como el imperio que perdieron.
 
Nacido John William Weller en Surrey, mayo de 1958, nuestro hombre pertenecía a una familia de clase obrera, que pronto vio con alivio que el chico podía ganarse la vida con la guitarra. Y así empezó a hacerlo, y muy bien, con The Jam, un grupo que funcionó desde 1976 hasta 1982 y que fue un más que digno sucesor de aquellos monumentos de la música mod que arrasaron a finales de los 60: The Who, The Kinks y The Small Faces. Aunque aparecieron en plena fiebre punk, los Jam tenían más que ver con la new wave británica y en sus seis años largos de existencia arrasaron las listas de venta y dejaron para el recuerdo discos inmensos como All Mod Cons (1978) o Setting Sons (1979) y canciones que se convirtieron en clásicos como Eton Rifles, Start! A Town Called Malice. No estaban destinados a hacerse viejos y Weller acertó al disolver la banda en 1982.
 
Vino después The Style Council, un proyecto, más orientado al rythm and blues, que le ocupó otra media docena de años y que produjo grandes temas, como My Ever Changing Moods, aunque no llegó a los niveles de popularidad e influencia de The Jam. Tras esta experiencia, todo estaba listo para iniciar su carrera en solitario.
 
Y no le ha ido mal. Desde que, en 1992, Weller publicó su primer trabajo bajo su propio nombre, ya son nueve los discos de estudio que ha grabado, más otros cuatro en directo y las obligadas recopilaciones. Un buen balance para un artista que nos ha ofrecido excelentes grabaciones, como aquel Wild Wood de 1993, y que a lo largo de todos estos años ha mantenido una personalidad y coherencia en su sonido que lo ha situado por derecho propio entre los mas grandes.
 
Ahora, y muy probablemente para celebrar su medio siglo de existencia, presenta 22 Dreams un álbum largo, más de 68 minutos, y ambicioso que pasa revista a todos los estilos que han marcado la carrera de este mod ecléctico que no concibe que el paso de los años signifique estancamiento. Y aquí desde luego no lo ahí. Nuestro hombre apuesta fuerte y se saca de la manga buenos singles como All I Wanna Do (Is Be With You), baladas soul como Empty Ring o canciones que parecen sacadas de la banda sonora de Casablanca como One Bright Star. Todo ello trufado con instrumentales, guiños a la psicodelía y un magnífico trabajo vocal e instrumental.
 
Hay, por supuesto, momentos bajos, pero se ven compensados con creces por el atrevimiento de un artista que una vez más demuestra que es capaz de escapar de los lugares comunes y el aburrimiento.
 
 

 

Etiquetas:paco ochoa