Redacción. El ex presidente del Congreso Gregorio Peces-Barba defiende, en una tribuna para el número 2 de la revista Números Rojos, la necesidad de acometer una reforma en el sistema electoral que eleve el número de diputados en el Congreso a 400, el máximo permitido por la Constitución de 1978, en lugar de los 350 actuales. Los 50 nuevos diputados saldrían de un segundo escrutinio y se repartirían entre las diez circunscripciones más pobladas del país con los votos que no hubieran sido utilizados para obtener diputado en la primera vuelta. De esta forma, según el catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III, irían a parar a los tres partidos nacionales más importantes (PP, PSOE e IU). El fin de esta reforma sería, para el ex mandatario socialista, equilibrar las fuerzas con más justicia y “disminuir la influencia de los partidos nacionalistas”.

Además, Peces-Barba cree que hay que cambiar la actual organización y funciones del Senado, que “debería tener un ámbito autonómico y no provincial”. El actual Senado, que figura como “Cámara de Representación Territorial”, dice el catedrático, “se organiza, sin embargo, como el Senado de un Estado Centralista y Unitario”. Entre las novedades que plantea el Peces-Barba para la Cámara Alta destacan la posibilidad de que ésta no se disuelva nunca o que su composición no proceda de unas elecciones por sufragio universal, sino que “cada Comunidad elegiría a sus senadores en su Parlamento autonómico cada vez que llegase el momento de su disolución”.

Asimismo, Peces-Barba aboga por la derogar los artículos que regulaban el acceso a la autonomía y sustituirlos por la descripción de las actuales Comunidades y considera necesarios otros retoques como la referencia a Unión Europea y la plasmación en la Ley Fundamental de un tratamiento igualitario entre el hombre y la mujer en los derechos de sucesión a la Corona.

El ex presidente del Congreso Gregorio Peces-Barba ha defendido estas afirmaciones en una tribuna para el número 2 de la revista Números Rojos.