Daniel Ponce Alegre.Teólogo y Antropólogo.Delegado en Levante de Diplomacia S.XXI.
Al más puro estilo propagandístico, pues para muchos ésta es fundamentalmente una guerra de propaganda o de operaciones psicológicas, la Asociación de ucranianos Maidán-Valencia periódicamente organiza manifestaciones en las plazas más emblemáticas de la ciudad de Valencia: la Plaza del Ayuntamiento, la Plaza de la Virgen y la Plaza de Alfonso el Magnánimo entre otras.
Con diferentes tipos de pancartas esta asociación realiza su trabajo muy bien remunerado.
En algunas de ellas se pinta a Putin como a Hitler.
En otras muestran al Gobierno de Rusia como si fuese la empresa energética Gazprom, olvidando, o queriendo olvidar pues sus cuentas corrientes lo notarían, los contratos multimillonarios de la familia del vicepresidente de US, Joe Biden, respecto al gas en suelo ruso-ucraniano, y califican de amigo a dicho gobierno, mientras Ucrania se termina de pudrir institucionalmente, espiritualmente lo estaba hace décadas, cuando dejó sus raíces cristianas ortodoxas y se vendió " por un plato de lentejas " a eso que se llaman  uniatas , y de los que hablaré, Dios mediante, en un próximo artículo.
Es una pena que se produzcan estas manifestaciones que promueven la división y el enfrentamiento, y que usan a ucranianos, muy bien pagados con fondos procedentes de países aliados, y con los que se repite la historia pues no la conocen, la olvidan o no les sale a cuenta recordarla y abrazarla como a su madre: eso debe ser la Rusia cristiana para ellos; han dejado sus raíces milenarias " la rus de Kíev " madre de todas las rusias europeas y cristianas: La Cristiandad, los dos pulmones de Europa de los que hablaba Juan Pablo II.
Ahora bien, los que amamos la Paz y la Verdad debemos ser constantes y esperar en nuestro Señor Jesucristo y no en el dueño de este mundo, Satanás, que entre una de sus armas usa el nacionalismo y el socialismo, base del tan anhelado por algunos Nuevo Orden Mundial, al igual que la ideología promovida por el lobby gay y de género, que están a sueldo de organismos internacionales que persiguen el mismo fin: el Nuevo Orden Mundial donde ellos sean Dios y donde no cabe nada que recuerde la ley de Cristo, y en cierto modo Rusia, con su Presidente Vladimir Putin a la cabeza, se oponen a este Orden, con sus errores y desviaciones como tiene todo gobierno humano.
Nosotros, los cristianos, mientras dure este mundo, debemos apoyar lo que facilite nuestra vida cristiana, que ya es la única que tenemos como dijo San Pablo, y esperar a que Cristo Vuelva, con poder y gloria eternas como Rey y Juez, y para siempre; y que estos gobiernos terrenales sean eliminados como nos recuerda el Profeta Daniel 2: 44. Amén.