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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

A punto de presentarse la reforma del sistema educativo ya se habla de desacuerdo entre partidos mayoritarios, comunidades autónomas y sindicatos

Política y Educación

Fernando Villar Molina.  Según el informe -Panorama de la Educación 2012 de la OCDE-, presentado esta semana, “España tiene un gasto medio público por alumno superior en un 21 por ciento al de la media de los países pertenecientes a este organismo, pero los resultados académicos en las evaluaciones internacionales, no responden a esta diferencia de inversión, inferiores a la media de países que componen esta organización.

Como hipótesis, España podría mejorar en 16 puntos sus resultados en PISA si el sistema escolar nacional incluyera pruebas externas estandarizadas para todos los alumnos, y alcanzaría así las medias de rendimiento académico de países como Alemania y Reino Unido y la media de la OCDE.
 
Otro de los puntos que detecta el informe, con datos de 2010, es la menor autonomía de los centros educativos españoles para tomar decisiones propias en cuanto a gestión de recursos y de personal.
Destaca, sin embargo, que nuestro país ha progresado en la escolarización en educación infantil; en la llamada “función democratizadora” de la educación: la capacidad del sistema para compensar las desventajas derivadas del origen socio-económico del alumno, ocupando el noveno puesto del ranking de los países pertenecientes a esta organización.” 
 
Otro informe que se ha publicado, en estos días, ha sido el que lleva por título  ‘La rentabilidad privada y fiscal de la educación en España del Observatorio sobre Capital Humano en España de BBVA Research, que entre otras cuestiones indica que" el coste del fracaso escolar supone hasta un 60% del gasto directo del sector público en el sistema educativo.
 
Estos informes independientes muestran, lo que todos sabemos, que nuestro sistema educativo "hace aguas" y que  a pesar de los medios económicos que se dedican: un veintiuno por ciento por encima de la media de los países miembros de la OCDE, los resultados docentes están a la cola de  los obtenidos por otros países pertenecientes a este organismo internacional. 
 
En cualquier sistema educativo al final lo que cuenta son los resultados, pues no  vivimos en una isla, sino en un entorno muy competitivo y tenemos que ponernos a la altura de resto de países. En el informe mencionado anteriormente del BBVA, los creadores afirman que posiblemente si nuestras cifra de fracaso escolar fueran menores el efecto de la crisis  hubiera tenido menor repercusión. 
 
Parece claro, vista la situación del sector educativo, que las reformas llevadas a cabo, desde 1982 hasta ahora, treinta años, no solo no han dado resultado, sino que han perjudicado a muchos escolares, jóvenes ahora, que no tienen " ni oficio ni beneficio"; los ni-ni actuales, en los que España ocupa el segundo puesto, entre los países pertenecientes a la OCDE, detrás de Israel. Por tanto se necesitan otros planteamientos distintos a los que en el plano pedagógico y formativo se han ido empleando. Esto es algo que cualquiera puede ver. 
 
Está a punto de presentarse la reforma de nuestro sistema educativo y ya se empieza a hablar de desacuerdo entre los partidos mayoritarios, las comunidades autónomas, los sindicatos. Esta manera de actuar hace pensar que a pesar de todo, se está contento con los resultados escolares, aunque estos nos coloquen en el lugar del farolillo de los países  de nuestro entorno y produzcan estas bolsas de jóvenes sin oficio ni beneficio. Esta situación me hace plantearme algunas preguntas ¿Cuáles eran los objetivos reales, del partido en el gobierno y de sus adláteres, estos años pasados  en  la educación? ¿Y por último, qué prima más los objetivos ideológicos o el bien general?