Polonia llora un segundo Katyn
José Luis Orella. La muerte del presidente Lech Kaczynski al estrellarse el avión presidencial en el aeropuerto ruso de Smolensko, ha conmocionado a Polonia. Junto a él han fallecido otras 95 personas que iban en el aparato, Los muertos eran parte de la elite política, cultural, militar y religiosa del país. En el plano cultural, estaba Janusz Kurtyka, gran historiador medievalista. que fue cofundador del Instituto de Historia de la Universidad Jagellonica de Cracovia, líder de los estudiantes anticomunistas en la universidad, y ahora dirigía el Instituto de Memoria Nacional, había sido autor de libros, como: "El general Leopoldo Okulicki" Oso "1898-1946", o “Estudios en la historia de los magnates polacos de élite en la Edad Media.". Pero junto a la representación de familiares de Katyn, se encontraba el también presidente de la república polaca Ryszard Kaczorowski, quien mantuvo la legitimidad de poderes en el exilio inglés, reconocida por ejemplo por España, hasta su traspaso al presidente Lech Walesa. Entre los políticos, se encontraba Jerzy Szmajdziński, candidato presidencial por la izquierda, junto a Wladyslaw Stasiak, jefe de la cancillería del presidente, y diversos diputados y senadores. Junto a ellos, han fallecido también el Arzobispo católico castrense, Tadeusz Ploski, el arzobispo ortodoxo Miron Chodakowski y el pastor militar evangélico Adam Pilsch, quienes debían presidir la ceremonia religiosa por los 22.000 oficiales e intelectuales asesinados en Katyn en 1941.
El presidente del Sejm (parlamento), Bronislaw Komorowski, ha tenido que asumir provisionalmente las riendas de la jefatura del Estado, poner el alerta al ejército, y adelantar las elecciones presidenciales a primeros de mayo. Se da la circunstancia que Komorowski era el candidato de la gobernante Plataforma Cívica, formación liberal, reconocida por el Grupo Popular, quien debía enfrentarse al fallecido presidente, que era el candidato del PiS (Derecho y Justicia) formación conservadora social.
Lech Kaczynski y su hermano gemelo Jaroslaw nacieron en Varsovia el 18 de junio de 1949 en el seno de una familia de la inteligencia polaca con trayectoria patriótica. Su padre era ingeniero y su madre – investigadora de literatura polaca. Su padre durante la segunda guerra mundial fue combatiente del ejército secreto polaco (Armja Krawoja). En 1971, entraron en la facultad de Derecho en la Universidad de Varsovia. Ambos obtuvieron los doctorados en Derecho (Jaroslaw en 1976, Lech en 1980). Ambos fueron activos en el campo político, siendo fundadores de “Solidaridad” en 1980, y los principales asesores de Lech Walesa.
En el 2001, fundaron su propio partido, Prawo i Sprawiedciwósc (PiS). Con un claro mensaje anticorrupción, anticriminal y como siempre anticomunista. En el 2003 Lech ganó elecciones municipales para la alcaldía de Varsovia con un 70 % de los votos. Realizó una política anticorrupción y construyó el gran Museo de la Sublevación de Varsovia (la sublevación de 1944). En el 2005 ganó las elecciones presidenciales. Desde entonces, el presidente Lech Kaczynski había encabezado junto a su hermano, la restauración moral y social de su país, defendiendo medidas sociales a favor de los trabajadores, de las familias y de la defensa de la vida, restringiendo el aborto al máximo. El presidente polaco fue le defensor de la restauración nacional de Polonia, frente después de décadas de sometimiento comunista a una potencia extranjera, como era la URSS. En su vida privada, ambos hermanos vivían de manera modesta. Lech estaba casado, su mujer María, ha muerto junto a él, ambos tenían una hija. En cuanto a Jaroslaw se mantiene soltero, pero es conocida su gran afición a los gatos. El hermano superviviente sobrevivió a la tragedia al tener que hacerse cargo de su madre mayor, por lo que pospuso acompañar a su hermano en el viaje.
En cuanto al futuro, la situación política puede variar de forma imprevista. Bronislaw Komorowski se perfilaba como el candidato ganador por la PO Pero han muerto dos de los contendientes en las elecciones, por lo que los partidos deberán reunirse y ver quienes son sus futuros candidatos. La tragedia aérea, en unas fechas tan dolorosas para todos los polacos, como es el aniversario del genocidio de Katyn, no dejará de influir en la atmósfera política martirial de los polacos. Lech ha entrado en el parnaso de los mártires polacos, y la sociedad polaca deberá volver a unirse, por encima de sus diferencias políticas, para caminar hacia el futuro como lo han demostrado siempre en su historia.