Porsche Panamera Diésel; aunténtico Porsche.
Carlos Pascual. Nos encontramos ante una berlina de cinco metros de longitud y casi dos de anchura. Cuando comenté a un amigo que esta sería la prueba que me tocaba realizar esa semana exclamó: "!Ten cuidado eso es un 5 por 2! Y no se mete por cualquier sitio…" Pues sí es realmente grande, pero… “Vualá” se conduce como un coche bastante más pequeño, salvo porque hemos de medir más, la dirección permite girar muy rápido y en un radio que sorprende en una berlina tan grande, en carretera te puedes alvodar de su tamaño.
Se trata de un motor diésel en un Porsche, eso hasta hace no mucho era sacrilegio, pero tras probarlo…
Eso cambia, son 300 cv con un par de 650 Nm que empujan desde que arrancas capaces de catapultar al Panamera hasta los 100 km/h en tan solo 6 segundos y alcanza una velocidad punta de 259 km/h. Todo ello se obtiene de un motor V6 procedente de Audi, el 3.0 monoturbo y no el 3.0 biturbo, convenientemente retocado por los ingenieros de Porsche para arrojar 50 cv más que en su versión anterior y 100 Nm más, que se transfieren a las ruedas traseras a través de una caja de cambios de Tiptronic S de ocho relaciones cuyo manejo aunque intuitivo y muy sencillo se hace un pelín pesado si queremos ahorrar combustible; ya que a pesar de indicar cuándo debemos pulsar la leva para aumentar la marcha, este no cambia de forma automática. Por lo demás es una caja de cambios más que correcta aunque no es tan rápida como una PDK de doble embrague, cosa que prácticamente no notamos salvo que tengamos que realizar reducciones muy salvajes para realizar alguna incorporación o adelantamiento y vayamos en octava o séptima marcha.
Por otro lado la combinación entre el motor Diésel y está caja de cambios favorece que se puedan realizar consumos de utilitario diésel, cumpliendo con lo que la marca homologada, 6,4 litros cada cien kilómetros recorridos, en nuestro caso obtuvimos un consumo urbano entre los 7,8 y 8.1 litros cada cien kilómetros urbanos, a eso contribuye un excelente Star&Stop que, sólo me ha parecido un poco extraño, cuando por cualquier razón pisas algo más fuerte el freno y aún sin quitar el pie del mismo, únicamente liberando algo de presión del pedal, el motor entra en funcionamiento. En autopista a ritmos legales el consumo puede ir desde unos increíbles, pero obtenidos por nosotros, cuatro con ocho litros cada cien kilómetros hasta los cinco con cuatro litros.
Solo veremos los consumos que esperamos en un Porsche de casi dos toneladas y trescientos caballos cuando decidimos disfrutar sin límites del vehículo, momento en el que se convierte en un auténtico messerschmitt que vuela a ras de tierra, impresionantemente maniobrable capaz de tomar curva tras curva sin contemplaciones, con un comportamiento que ayuda a ir rápido aunque castiga las gomas delanteras, entra ligeramente subvirador a lo que solo deberemos dar un toque de gas y se colocará sin perder la trasera, a no ser que nos pasemos con el control de tracción desactivado, aunque es fácilmente recuperable con un ligero contravolante. Se trata de una berlina endemoniadamente rápida, capaz de hacer sobra a muchos deportivos incluso con menos puertas, la medida máxima de consumo de carburante tan solo se ha quedado en doce litros. Si nos vamos a su faceta tragamillas, es capaz de viajar a ritmos de autobahn, ilegales en nuestro país, incluso en ocasiones dentro del campo de los delitos; sólo quemará 8 litros cada cien kilómetros recorridos, con una suavidad que hace de estas velocidades casi imperceptibles.
Sólo existe la pega que, creemos es debido a las llantas de 20 pulgadas que montaba esta unidad, durante las maniobras de aparcamiento, al llegar a los topes de la dirección, provoca unos pequeños saltos del morro que emiten un extraño ruido que parecen golpes.
El interior de este Porsche, además de contar con los típicos y excelentes acabados Porsche, sólo se le puede buscar una pega: unas botoneras y volante, no ajustable eléctricamente en ningún Panamera, que necesita eliminar ese tacto plástico de algunos elementos, aunque todos sus ajustes son de extraordinaria calidad. Es tremendamente amplio en las cuatro plazas, puede conducirse como una berlina tradicional si subimos el siento al máximo pero en realidad el Panamera ha sido pensado para ser conducido en una posición extremadamente baja e inusual en una berlina, para algunas personas puede que resulte incluso demasiado baja, como personas mayores; para ello están los ajustes.
En la parte trasera es posible viajar con la misma comodidad que en la parte delantera, incluso personas con una altura cercana a los dos metros han podido viajar de forma holgada, con los asientos delanteros colocados en la posición más retrasada, además el espacio para la cabeza, a pesar de la caída del techo es enorme dejando libre unos quince centímetros en nuestro caso. Los asientos calefactados, y ventilados hacen que el confort térmico sea absoluto, con grandes salidas en el salpicadero y aireadores direccionables para las plazas traseras tanto en la consola central como en los pilares centrales. Además las plazas traseras cuentan con unas cortinillas eléctricas que cubren la totalidad de la ventanilla, que se pueden accionar desde las plazas traseras o desde la posición del conductor a través del mando de los elevalunas, como detalle posee un sistema de iluminación ambiental que le da un toque distinguido y que puede utilizarse mientras se conduce pues no molesta deslumbrando al conductor.
El un vehículo nos ha parecido tremendamente práctico, con él hemos podido ir a realizar la compra y en sus más de cuatrocientos litros, 445l, de maletero nos ha entrado todo siendo además muy cómodo para cargar con su amplio portón y su boca de carga baja.
Los sistemas de infoentretenimiento de este Panamera se manejan a través de una serie de botones y desde la pantalla táctil que se sitúa en una posición muy agradable para el manejo, ya sea por el conductor o el acompañante; lo que francamente, ayuda mucho pues el navegador puede ser manejado por el acompañante sin necesidad de parar o correr el riesgo de manejarlo mientras circulamos. Permite manejar multitud de parámetros aunque no encontraba la ciudad de Madrid sin tener que buscarlo a través de una lista, y aún así no es sencillo encontrarla.
Además en el cuadro de instrumentos una de las esferas es una pantalla multifunción que se maneja desde el volante, dónde podemos poner el mapa, las indicaciones de la navegación que muestra unas muy buenas animaciones en la pantalla central que ayudan en el caso de cruces múltiples o salidas que no se ven con facilidad. Además podremos ver otros parámetros del vehículo tales como temperatura del aceite del agua y la presión de este primero, así como la velocidad a la que hemos programado el control de crucero.
Dinámicamente posee diferentes modos para conducirlo o pilotarlo, el primero comfort, permite una circulación suave que cambia de marcha apenas llegando a las dos mil revoluciones por minuto, manteniendo un empuje lineal y tremendamente suave. El modo Sport hace de la respuesta de la caja de cambios más rápida, la respuesta del motor se hace más contundente y la dirección se endurece, este modo posiciona el chasis también en modo sport que endurece la suspensión aunque contamos con el modo de chasis Sport Plus que endurece aún más la suspensión, y que en mi opinión es perfecto para circular por asfalto liso y a veces incluso la mejor opción para las carreteras de montaña algo rotas, entonces es cuando el coche es un autentico misil. En cualquiera de las configuraciones a partir de unos noventa kilómetros por hora se despliega un alerón que permanece integrado en la parte baja de la luneta trasera que resulta curioso, no por su perfil de ala invertida si no por no permitir pasar el aire por su parte baja limitando la velocidad del flujo laminar y propiciando la aceleración del fluido en la parte baja del automóvil lo que favorece la estabilidad a alta velocidad.
Lo más divertido es ver la cara de satisfacción de un dependiente de gasolinera al verte acercandote y pedirle que eche gasoleo… Su cara cambia automáticamente aunque mientras hace su trabajo, fijándose en los frenos, que pueden ser de carbono por algo menos de 10.000 euros siendo la única berlina que puede equiparlos, aunque a no ser que seamos unos entusiastas de los tramos de rallye no los necesitaremos, o cualquier detalle que llame la atención. Y pregunta… ¿Corre? A lo que debemos contestar que mucho, que no sólo es un Porsche de paseo, sino que es capaz de hacerte sonreir aún llevando a los niños al cole o pasando un dia en la sierra curva tras curva, mientras vas buscando cualquier excusa, por absurda que parezca, para en lugar de ir por la autopista puedas ir por la carretera, atravesando las cordilleras por los puertos de montaña y no a través de las tuneles como haríamos con cualquier berlina de representación. En definitiva se trata de un auténtico deportivo de envergadura que puede ser un coche familiar o una berlina de representación que tocando un par de botones desaparece la piel de cordero para ser el lobo más feroz. Todo ello por un precios extremadamente competitivo, desde poco más de 95.000€.
Nuestra Galería de imagenes: Aquí