M.A.G. Por las revelaciones a Santa Brigida podemos saber las promesas que la Virgen hizo a los devotos de sus dolores , y son las siguientes .
- Pondré paz en sus familias .
- Serán iluminados en los divinos misterios
- Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos .
- Le sdaré cuanto me pidan , con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la
santificación de sus almas .
- Les defenderé en los combates espirituales contra el enemigo infernal, y los protegeré en todos los
instantes de su vida.
- Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte : verán el rostro de su Madre.
- He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción ( a mis lágrimas y dolores )
sean trasladados de esta vida terrenal a la Felicidad Eterna directamente, pues serán borrados todos
sus pecados y mi Hijo y yo seremos su eterna consolación y alegría.
(Del libro “Devoto de la Pasión “.)
Los siete dolores de la Virgen son :
- Primer dolor : La Profecía de Simeón
Oh Madre afligida. Por el dolor que padeciste al oir de Simeón que una espada de dolor atravesaría tu alma , no permitas que yo con nuevos pecados atraviese tu alma dolorida. (Un avemaría)
- Segundo dolor : La huida a Egipto
¡Oh madre dolorida! Por los trabajos que padeciste huyendo con tu Hjo Jesús a Egipto, no consientas que yo destierre de mi alma por el pecado a tu divino Jesús.
(Avemaría)
- Tercer dolor : El niño perdido
¡Oh Madre de Dios! Por las amargas penas que sufriste en la pérdida de tu Hijo dulcísimo, haz que si yo le perdiere por mis pecados, no descanse hasta hallarle de nuevo por medio de la confesión. (Avemaría)
- Cuarto dolor : La calle de la amargura
¡Oh Virgen santa!. Por el dolor que sintías viendo a Jesús, tu Hijo , con la cruz a cuestas en la calle de la Amargura, no permitas que yo agrave el peso de aquella cruz con nuevas ofensas y lastime más tu corazón maternal. (Avemaría).
- Quinto dolor : La crucifixión
¡Oh Reina de los mártires!. Por los dolores con que fue crucificada tu alma, cuando contemplabas a ti Divino Hijo clavado en la cruz, haz que mortifique yo mis malas pasiones y viva con espíritu de sacrificio.
(Avemaría).
- Sexto dolor : El descendimiento
¡ Oh Virgen afligida!. Por las lágrimas que mezclaste con la sangre de tu Hijo, cuando le tenías difunto en tus brazos, alcánzame luz del cielo para conocer la gravedad de mis pecados que fueron la causa de la muerte de Jesús y de tu dolor. (Avemaría).
- Séptimo dolor : La sepultura .
¡Oh Virgen tristísima! Por la soledad en que quedaste dejando a Jesús en el sepulcro , alcánzame la gracia de llevar con cristiana resignación las tristezas que por mi culpa he merecido , esperando , que pronto se han de trocar estas penas de la vida en alegrías de eterna gloria. (Avemaría)