Qué es IMDS y por qué es tan necesario para los fabricantes de automóviles
La industria del automovilismo siempre se ha caracterizado por ser una donde la innovación y la inversión en investigación para fabricar los mejores automóviles frente al resto de compañías del sector ha sido muy grande respecto a otros sectores. Esto ha provocado que, paralelamente, el foco de atención de diversos organismos públicos y organizaciones mundiales sobre las compañías dedicadas al negocio del automóvil sea también cada vez mayor.
En la actualidad, políticas como las referidas a un mayor control de la contaminación emitida por los vehículos o el origen menos nocivo para el medio ambiente de los materiales con los que las diversas partes de esos son fabricados son sólo algunos de los ejemplos del estricto control al que se someten estas compañías. Debido a esta regulación, las empresas del sector deben recurrir a plataformas globales para poder hacer de la fabricación de sus productos un proceso mucho más eficiente.
Estas plataformas proporcionan todo tipo de datos que son requeridos tanto por las empresas como por los organismos reguladores, de forma que el control que se lleve a cabo en estos procesos sea lo más riguroso posible.
IMDS, la base de datos de referencia
Los automóviles se caracterizan por ser enormes trabajos de ingeniería, cada uno delos cuales está compuesto por un elevado número de piezas y componentes que tienen que funcionar a la perfección para poder garantizar tanto la seguridad de sus ocupantes como una experiencia de conducción apropiada. Es la cantidad de estos materiales, utilizados de manera global por distintos fabricantes de todo el mundo, lo que crea una necesidad de tener una base de datos en la que realmente se encuentre archivado y clasificado todo aquello que compone finalmente un vehículo.
Las restricciones en cuanto a la composición de los materiales de fabricación de vehículos son cada vez más duras, por lo que el cuidado que se emplea a la hora de trabajar con ellos ha crecido en los tiempos recientes. Esto deriva en una necesidad por compartir y acceder al mayor número de datos al respecto sea algo imperante en las compañías del sector, lo cual es posible gracias a IMDS, una base de datos en la que participan los fabricantes y proveedores de componentes del sector automovilístico con el fin de proporcionarse un beneficio mutuo.
El trabajo y el conocimiento de los componentes de los diferentes materiales es una tarea ardua y complicada, donde el más mínimo error puede desencadenar en problema de grandes proporciones. Como, además, el entorno de trabajo a este respecto es muy cambiante, ya que cambian los materiales y cambian las normativas con frecuencia, es frecuente ver cursos actualizados año a año (en este caso, para el presente 2017) en los que la base de datos IMDS y todo lo relacionado en torno a ella está muy presente.
El problema cambiante de la industria del automóvil
La industria del automóvil ha vivido en una situación muy cambiante desde su creación, con mejoras constantes en todos los apartados para conseguir que los coches fueran más cómodos y más rápidos. Esto ha sido algo que podríamos considerar como fácil de conseguir si lo comparamos con los retos a los que se van a tener que enfrentar a partir de ahora. En un mundo cada vez más globalizado, con más opciones de transporte público que nunca, el coche comienza a parecer cada vez más un elemento prescindible en muchas ocasiones.
Sin embargo, la principal situación a la que tiene que hacer frente los fabricantes tradicionales de automóviles es la referida a la contaminación y la llegada de los coches eléctricos de forma masiva. El petróleo parece tener los días contados en cuanto a su uso para el funcionamiento de los automóviles se refiere, y es que la industria de los coches eléctricos está apretando su silencioso acelerador para comenzar a ofrecer, por primera vez en la historia, alternativas competitivas respecto a los coches que conocíamos hasta ahora.
Se abre así un nuevo panorama de cara al futuro en el que la industria del automóvil tendrá que volver a reinventarse, especialmente en el caso de las compañías tradicionales, que aún hoy siguen sin apostar por las variantes eléctricas. Hoy más que nunca, mecanismo de control y de globalización como el sistema IMDS son más necesarios para unos fabricantes que necesitan cuantos recursos estén en su mano para seguir a la altura de lo que se espera de ellos.