La mensajería que casi todos conocemos funciona en un sentido empresarial. Compramos algo online y recibimos una caja o sobre con el contenido que hemos adquirido. Este sistema de mensajería unidireccional aparentemente, tiene a varias empresas detrás funcionando a pleno rendimiento para que recibamos correctamente nuestro paquete.

Ahora pongámonos en la situación inversa. No somos los receptores de un paquete, sino los emisores y, además, de forma personal. Aquí es difícil escoger una buena empresa de mensajería, dada la gran cantidad de compañías especializadas que se dedican a este sector.

A continuación, se ofrece un listado con los aspectos más importantes que debería cumplir una mensajería, sobre todo de nivel internacional, cuyo servicio pudiera considerarse perfecto. Nos fijamos para ello en Genei, una de las compañías especializadas en enviar paquetes baratos a diferentes partes del mundo.

La expansión internacional refleja calidad y entendimiento

Una empresa de mensajería internacional implica contar con un departamento de logística más importante y complejo que cualquier empresa a nivel nacional, dado que también tendrá que establecer relaciones con empresas de varios países.

Además, la experiencia le habrá reportado un entendimiento de las diferentes culturas, costumbres y peticiones de sus diferentes clientes, como el hecho de intentar no realizar envíos en Reino Unido más tarde de las 18:00 horas o respetar el horario español de comidas entre 14:00 y 16:00 horas.

Lo asequible no tiene por qué ser peor

El siglo XXI y las tendencias sociales y digitales nos enseñan que los precios asequibles de un servicio, no deben implicar inevitablemente que éste sea peor con respecto a la competencia.

Manteniendo a Genei como ejemplo, es una de las empresas con precios más asequibles del mercado. Gracias a su comparador de precios, permite identificar las empresas con mejores importes en cada ocasión o para cada necesidad.

La cercanía da confianza

Si nos fijamos en épocas anteriores, la posibilidad de hablar y conocer a los responsables de un envío ofrecía confianza a los clientes. En los inicios de Internet, las webs escaparate suprimieron esta cercanía.

Por suerte, en la actualidad, se está recuperando una atención exquisita al cliente. Un sitio con una extensa lista de Preguntas Frecuentes, redes sociales activas y participativas y, sobre todo, una información alejada del mero trámite comercial y más centrada en cómo pueden ser útiles para tus necesidades, es el lugar ideal donde confiar el envío que quieres hacer.