"Queremos devolver a la sociedad lo mucho que nos ha dado"
Ricardo Fraguas Poole
Prestad atención amigos, veréis qué historia tan bonita.
Una vez más, nos recargamos de esperanza y optimismo en la posibilidad del cambio de paradigma energético.
En mi reciente viaje de regreso desde Barcelona a Madrid, tras días de “coaching” de sostenibilidad y movilidad sostenible que he tenido la fortuna de poder impartir a las personas que forman el equipo directivo del proveedor multinacional de tecnología SABRE, el destino me ha regalado otro feliz encuentro.
Había disfrutado, una vez más, de la experiencia de recargar el vehículo100% eléctrico cero emisiones que conducía, en uno de los dos supercargadores que Tesla Motors ha instalado y tiene ya operativos en la península Ibérica. Porque, eso es lo que es, toda una placentera experiencia que nos hace reflexionar acerca de que no necesariamente hemos de reproducir los modelos establecidos cuando adoptamos diferentes procesos e incorporamos nuevas tecnologías para satisfacer necesidades, en esta caso, de transporte personal.
La utilización de un vehículo cero emisiones 100% eléctrico, incluido el reabastecimiento de la energía que necesitamos para poder continuar desplazándonos, es en sí mismo toda una experiencia vital que pasa a componer parte de nuestras vidas y conforma nuestra existencia y devenir diario.
¿De verdad? Os preguntaréis. Pues, sí. Os invito a que lo comprobéis vosotros mismos. Utilizar para desplazarnos por carretera un ingenio que es capaz de aprovechar la energía del sol y del viento y que además: no genera ruido, ni vibraciones, ni desperdicia energía en forma de calor, ni necesita mantenimiento y reaprovecha toda la energía posible en las deceleraciones, es algo que le hace sentir a uno muy bien. Supone un gran disfrute. Los desplazamientos cotidianos diarios se convierten en un momento de disfrute, sean cuales fueran las condiciones del tráfico.
La utilización de un vehículo no contaminante 100% eléctrico nos ayuda a volver la mirada a la esencia. Por hacernos ser más conscientes de la importancia de la energía, de su procedencia y de su aprovechamiento, inevitablemente, el uso de un vehículo eléctrico nos hace cambiar de perspectiva y nos induce a reconectar con la esencia de la vida.
Ahora le llaman la zona de confort a ese continuo devenir de acontecimientos previsibles y cotidianos que antes conocíamos como rutina cotidiana y que, de alguna manera, sujeta nuestras posibilidades de desarrollo y expresión sincera y espontánea.
No es baladí decir que por lo que de ruptura con la normalidad y generalidad establecida tiene, la utilización de un vehículo eléctrico no contaminante nos sitúa en un territorio nuevo e ignoto. Se asemeja a las sensaciones del viaje a un lugar nuevo y desconocido. Viajar a nuevos lugares, ir más allá del terreno conocido, abre los poros de la percepción y nuestra predisposición a dar y recibir más de cada minuto que vivimos.
En esta aventura diaria, salto casi “sin red” que vive el conductor del vehículo no contaminante, sujeto a las carencias de la red pública de recargas rápidas, me encontraba a mi paso por Zaragoza camino de Madrid decidido a realizar la obligada parada para continuar mi viaje de largo recorrido. Desde el supercargador de Tesla, situado en el precioso olivar de la finca del hotelito con encanto y almazara, La Boella, en Tarragona, hasta Villanueva de la Cañada, en la Comunidad de Madrid, suponen un total de 581 Km.
El Tesla Model S es, de momento, el único vehículo que permite cubrir estas distancias con un solo alto en el camino. Continúa siendo el vehículo 100% eléctrico no contaminante con mayor autonomía del mercado. Como suelo decir, es probablemente el mejor coche que jamás se haya fabricado y además es eléctrico. Y también suelo decir que, aun siendo un producto, que por su precio y prestaciones, resulta muy eficaz para remover las conciencias de los poderosos, -personas en posiciones y con recursos suficientes como para que sus decisiones afecten a amplias porciones de la población-, mi opinión es que es un vehículo excesivo. 759 cv, con un par y una aceleración descomunal que catapulta sus dos toneladas largas de peso y a sus cinco ocupantes, de cero a 100 km/h de 2,8 segundos. Es una barbaridad, pero lo dicho, es muy útil a la hora de cambiar mentalidades de personas que difícilmente se molestarían en probar otros modelos más utilitarios. Aun siendo el vehículo como os comento, con mayor autonomía del mercado, en el viaje de Barcelona a Madrid es necesario hacer una parada para recargar y malabarismos para que no sean dos. La realidad es que a más de 90km/h se dispara el consumo y se reduce considerablemente la autonomía. Mantener una velocidad constante de 120 km/h en subidas y bajadas, puede suponer, con toda probabilidad, no llegar a Zaragoza con una sola carga.
No fue mi caso, ya sabéis de mi voluntaria contención con la velocidad. Llegué a Zaragoza con poco más de 20 km de autonomía dispuesto a cargar en la primera estación de recarga rápida, que por fin encontramos en la carretera que une Madrid y Barcelona a su paso por Zaragoza.
Hasta ahora, en Zaragoza contábamos con la toma de 22kw del Hotel Reina Petronila. Un lugar muy agradable para descansar y tomar un refrigerio mientras carga el coche. Tiene un terminal de cinco conectores de tres fases, el clásico y más extendido en hoteles y usos industriales, redondito y de color rojo, conocido como CETAC. Con este tipo de conector del que también dispone la práctica totalidad de Paradores de la península Ibérica, todos los vehículos capaces de cargar a 22kw pueden aprovechar toda la energía que proporciona, con un sencillo adaptador.
En esta ocasión al saber de la puesta en marcha de un nuevo punto de recarga rápida en Zaragoza todavía más cercano a la autovía, he querido acercarme a probarlo y conocerlo.
De camino me pongo en contacto con las personas de URBENER una de las empresas promotoras, para informar de mi intención de acercarme a conocer y probar su punto de recarga. Está operativo y ¡Funciona!
El centro de recarga está situado en las instalaciones del grupo empresarial Zoilo Ríos, en la estación de servicio del Portazgo.
A pie de instalación me recibe Eduardo Baeza, director de Ingeniería de URBENER. Me informa de la iniciativa y de las características técnicas de la estación de recarga. Se trata de una estación de carga integrada fruto de la colaboración entre las empresas URBENER, Coordinadora del proyecto y entidad que se ocupa de la gestión e intercambios energéticos, Pronimetal, encargada del diseño y producción de la estructura de las marquesinas, CIRCE (Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos), a cargo del desarrollo de la electrónica de potencia, los sistemas de carga, de almacenamiento etc, y del grupo empresarial Zoilo Ríos, S.A, dedicado al suministro de combustibles y servicios asociados.
La estación de recarga está situada en La emblemática Estación de Servicio del Portazgo propiedad de Zoilo Ríos. “En 1927 mi abuelo se planteó ampliar los servicios a la comunidad que hasta entonces facilitaban con la tienda de ultramarinos de su padre, instalando un primer surtidor de gasolina.”
Me comenta Zoilo Ríos Torre, tercera generación al frente del grupo dedicado a la provisión de combustibles y servicios asociados. “ Fue el comienzo del suministro de combustible para un mercado entonces aún inexistente, muy semejante a lo que sucede ahora con los vehículos no contaminantes 100% eléctricos”. Al frente del grupo de empresas de la familia, Zoilo es un hombre atento, cultivado y sensible. Tomamos un cafetito en la cafetería de su Estación de Servicio el Portazgo mientras recarga el Tesla model S en la recién estrenada área de recarga.
Se repite la historia. Emprendimiento e innovación con conciencia, como en la época de sus ancestros. Eso es lo que me encuentro y lo que siento al conversar con Zoilo. Su negocio continúa sustentándose principalmente en el suministro de combustibles pero adivino que le gustaría que dejara de ser así. “Queremos devolver a la sociedad lo mucho que nos ha dado”, me dice. Compruebo que consciente de la necesidad de un cambio de paradigma energético exento de emisiones contaminantes dependiente de recursos finitos y no renovables como son los combustibles fósiles, Zoilo y su equipo lleva años experimentando con nuevas soluciones menos contaminantes y de fuentes renovables.
Me participa que de la sostenibilidad han hecho el epicentro del desarrollo de su actividad para centrarse en el bienestar y felicidad de los trabajadores y de los clientes usuarios de sus servicios.
Ha sabido contagiar a todo su equipo directivo y de gestión de sus inquietudes pro sostenibilidad experimentando en terrenos alternativos como lo ha sido la creación del primer surtidor de hidrógeno y ahora de la Estación de Recarga integrada del Portazgo.
En este proyecto Zoilo Ríos aporta los terrenos, la clientela y el servicio de atención de la Estación de Recarga Integrada tipo, que, a modo de showroom, se utiliza de muestra para otros empresarios que van animándose a reproducir el servicio a lo largo y ancho de la red vial de la península ibérica, con este concepto.
Esta es la idea, a la par que la Estación está operativa y da servicio a los primeros usuarios de vehículos 100% eléctricos y van aprendiendo de sus hábitos y necesidades, sirve de muestra de concepto para otros empresarios que contratarán la instalación al consorcio empresarial.
Esta estación de recarga integrada, segunda en su género, forma parte del ambicioso y pionero proyecto en nuestro país para el establecimiento de vías cero emisiones a lo largo y ancho de la península Ibérica. Bautizado con el explícito acrónimo SIRVE de “Sistema Integrado para la Recarga de Vehículos Eléctricos” el concepto, primero instalado en la sede del Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos y ahora en la Estación de Servicio de Zoilo Ríos, equipa en una única unidad, un sistema de almacenamiento de energía y generación eléctrica renovable. Con un presupuesto superior a los 2,4 millones de euros, el desarrollo instalación y puesta en marcha del sistema ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad a través del programa Nacional de cooperación Público-Privada INNPACTO.
Combina tres tipos de carga para las diferentes necesidades del usuario del vehículo no contaminante 100% eléctrico. Tomas convencionales de corriente alterna con un máximo de 3,7KW especialmente útil para vehículos de dos ruedas y las primeras generaciones de coches y furgonetas que carecen de posibilidad de recibir más Kw/h y reducir los tiempos de recarga. Con este tipo de carga un vehículo eléctrico carga entre 10 y 20km de autonomía aproximada cada hora.
La estación también ofrece dos tomas de corriente alterna de 22kW con los terminales más generalizados conocidos como conectores tipo 1 y tipo 2. A saber, el 1 es el que equipa el Renault Fluence Z.E. la Renault Kangoo Z.E, el Kia Soul y el Nissan Leaf y env200 entre otros , en la toma del coche, y que originalmente se conoce como SAE J1772 (facilito) que viene de “Society of Automotive Engeneers” (Sociedad de Ingenieros de Automoción) y es el más extendido en Norteamérica. El 2 es el popular conocido como Mennekes porque lo fabrica la empresa del mismo nombre aunque en realidad su denominación técnica oficial es el IEC 62196, IEC por International Electrotechnical Commission. Es el terminal que están equipando la mayoría de postes de recarga públicos en España, es el terminal escogido por Tesla para sus vehículos y sus supercargadores y por la mayoría de los vehículos eléctricos del mercado. Con esta carga a 22kw conseguimos alrededor de 100 km de autonomía cada hora de conexión.
También encontramos una toma de 50kw, esta de corriente continua, ahora sólo apta para los vehículos con conector del standard desarrollado en Japón por The Tokyo Electric Power Company, Nissan, Mitsubishi y Fuji Heavy Industries, conocido como Charge de Move “Chademo” (Carga el movimiento) y que, curiosamente, encuentra significado en Japonés en las palabras “cha demo ikaga desuka”, “qué tal un té”, haciendo referencia igualmente a la necesidad de tomarse un rato de relax mientras recargamos el coche de energía, preferiblemente procedente de fuentes renovables. Los vehículos 100% eléctricos de fabricación oriental suelen incorporar este tipo de tomas aunque ya existen adaptadores para vehículos capacitados para recibir los 50kw como el caso del Tesla model S y X y la primera versión del Renault Zoe. La estación también está preparada para en su caso facilitar la toma de carga rápida que han elegido los modelos alemanes, conocida como Combo.
La estación no es autónoma. Está conectada a la red pero incorpora una superficie de marquesina propia para la generación fotovoltaica (1,03 kw de paneles CIGS de alto rendimiento) y un sistema de acumulación de baterías de Litio de 20kw. Esto permite rebajar la punta de potencia conteniendo el gasto y la factura eléctrica sobremanera.
Con este primer centro demostrativo del modelo de Estación de Recarga Integrada se abre la veda para la rápida instalación de este tipo estaciones de recarga en nuestras carreteras, algo necesario e imprescindible para la consolidación de la movilidad sostenible, también de largo recorrido.
Aprovechando el grato encuentro con Zoilo, no puedo reprimir el impulso de compartir con él la idea de que para la provisión de energía eléctrica a vehículos no es necesario reproducir los modelos y conceptos establecidos de “Estación de Servicio” al uso, más bien todo lo contrario.
Los usuarios de vehículos eléctricos sabemos de la necesidad de un tiempo para la recarga del vehículo y estamos dispuestos a adaptarnos a ello pero, en la medida de lo posible, nos gusta disfrutar de un entorno agradable en el que relajarnos y en el que poder trabajar con nuestros dispositivos conectados, mientras consumimos alimentos y bebidas.
Las gasolineras y sus zonas de restauración no son por lo general entornos especialmente acogedores. Las nuevas áreas de recargas si pueden serlo y así está sucediendo en el resto de Europa y en los Estados Unidos. El concepto “Área de Ocio, Negocio y Descanso” unido al reabastecimiento de energía de fuentes renovables es la combinación perfecta para el establecimiento de la movilidad sostenible y la erradicación de la dependencia de la quema masiva de combustibles fósiles.
Agradezco las atenciones recibidas, felicito a Zoilo por la iniciativa y le transmito mi alegría por habernos encontrado. Terminamos nuestra conversación y nuestro café y a los 85kw del tesla model S a razón de 22 Kw/h el cálculo de lo que le falta por cargar es fácil. Tras una hora de carga aún me quedan casi tres horas más si quiero intentar llegar a mi destino sin realizar más paradas. Pudiendo elegir, tres horas son muchas horas para estar en una gasolinera al uso. Sin embargo son tres horas de trabajo y descanso, muy agradables , en uno de los salones del Lobby del Hotel Reina Petronila de Zaragoza, que se harán cortas recordando nuestra reciente conversación, mientras termina de cargar el nuestro vehículo eléctrico, para realizar un viaje más, de largo recorrido, cero emisiones por las carreteras de España.