Quién a hierro mata a hierro muere
Miguel Massanet Bosch. “El que esté libre de culpa que tire la primera piedra”. Este pasaje de los Evangelios debería de haberle servido de advertencia a algunos que han hecho del arte de enlodar, desprestigiar y denigrar al adversario político; su arma de combate preferida, con el sólo objetivo, no de velar por la pureza de las instituciones, la honradez de la clase política o la defensa de los intereses de los ciudadanos (que son los que, en definitiva, pagan con sus impuestos todos los desmanes de los corruptos), sino de desviar la atención de los españoles de sus errores en la gobernación del país; de asegurar sus intentos sectarios de adoctrinar a la gente en sus propias ideologías, y de perpetuarse en el poder por medios antidemocráticos y totalitarios. Si hay algo que pueda resultar repugnante para la sensibilidad de los ciudadanos, es que, los que se comprometieron a velar por sus intereses, a ocuparse de su bienestar y a cuidar de preservar su derecho al trabajo y a un salario digno; por tácticas partidistas, por intereses espurios y por egoísmos personales, hubieran permitido que la crisis nos cayera encima. sin previo aviso. Es evidente que el Gobierno tenía todos los medios técnicos y las informaciones precisas para estar prevenidos y alertados ante la tormenta que nos llegaba de occidente por la caída de las sub prime americanas y su repercusión letal para la burbuja inmobiliaria que, a causa de la especulación imprudente de algunos bancos y la desvergüenza temeraria de la mayoría de promotoras y empresas constructoras, se había formado en España.
Cuando más apurado estaba nuestro Ejecutivo y más desesperada era su situación debido al fracaso de todas las medidas paliativas puestas en práctica; al aumento imparable del desempleo; al endeudamiento progresivo; a la falta de recaudación de impuestos debida a un estancamiento económico y a la contracción de la demanda de los ciudadanos; al déficit de las cuentas públicas y a la deflación; entonces, a alguien del PSOE se le ocurrió recurrir al remedio infalible para salir del atolladero. Había que buscarle al PP su punto débil, encontrar el medio de eliminarlo como posible adversario ante la posibilidad de unas elecciones, ante las cuales el PSOE se encontrara debilitado por su incapacidad de enfrentarse con éxito a la crisis.. Se trataba de resistir hasta que, por si sola, la economía empezase a rebrotar, momento en el que el aparato fantástico de propaganda del partido podría fácilmente poner en un brete al líder de la oposición, el señor Rajoy. El juez Garzón fue quien las puso las cosas a huevo. Surgió el caso Gürtel, unos trajes regalados a Camps, unos dineros malversados por el tesorero y ya tenemos la base para que, tanto la señora De la Vega, como todos los voceros del PSOE, se pusieran las pilas para cargar, sin piedad, contra el PP. Ni que decir tiene que, en este cometido, contaron, como siempre, con la colaboración de El País, La Vanguardia y las cadenas televisivas, que dieron un verdadero recital de cómo se enjuicia, fuera de los tribunales, a una colección de personas a las que se las redujo a la más completa indefensión, sin que, ni el CGPJ, ni la Fiscalía General ni ninguna de las instituciones dependientes de ellos, hiciera lo más mínimo para evitar que, sumarios secretos, fueran aireados a los cuatro costados con la más perfecta impunidad. Luego algunos se extrañarán de nadie crea en la Justicia, en este país.
Las declaraciones, en el Parlamento, de la señora vice de la Vogue, Mª Teresa Fernández de la Vega, sacando pecho ( es sólo un modo de expresarse, claro), presumiendo de honradez, alardeando de defensora de la legalidad y cargando con toda su artillería ( es sólo otro modo de expresarse, claro), contra un adversario político tocado, capitidisminuido, que intentaba centrarse en los temas importantes, pero que, evidentemente, se encontraba desarbolado por su incapacidad para desprenderse de la tela de araña mediática en la que estaba enredado; le permitieron, a la señora De la Vega, lucirse ante un auditorio que se consideraba a salvo de los ataques de la oposición y reivindicado ante el pueblo español. ¡Ah! Pero nadie debe dudar de la Providencia, esta dama que, en ocasiones, no siempre, acude en ayuda de los débiles para poner las cosas en su lugar. Como si de un sarpullido molesto, aunque incipiente, se tratara; se comenzaron a tener noticias de algunos alcaldes de pueblo, pequeñas localidades dominadas por los socialistas, que habían sido sorprendidos metidos en negocios fraudulentos; un antiguo caso, el de “el chivatazo” al que pretendieron darle carpetazo, resurgió de sus cenizas y, como Lázaro, resucitó para poner en evidencia una trama poco clara que jugaba, a la vez, en perseguir a los etarras pero, de paso, advertirles de la caza para que no se dejasen atrapar. ¡un caso feo, muy incomodo para el PSOE!
Fue como si abrieran la caja de Pandora, y las maldades de aquellos que, hipócritamente, habían acusado de corruptos a sus adversarios políticos, inopinadamente, se veían envueltos en la misma clase de enredos que aquellos a los que habían estado enfangando. El Ejido, miles de millones en corrupción urbanística; un caso muy fachoso, que han tratado de esconder por todos los medios a su alcance, para evitar que, uno de sus pesos pesado, el señor M.Chávez, apareciera envuelto en una trama de endogamia, favoritismo, manipulación de caudales públicos etc., por haber firmado una entrega de 10 millones de euros a favor de una empresa en la que su hija era apoderada. Él ha tratado de encubrir el tema; pero es lo mismo que querer recoger el agua del mar con una bayeta. Pero, la traca final de esta fiesta, de este mal trago al que se tendrán que enfrentar estos “defensores del rigor y de la legalidad” como los define la señora De la Vega, desde la altura de su tribuna de oradores; ha estallado recientemente, cuando el propio señor Garzón ¿qué le habrá ocurrido?, ¿acaso se ha sentido abandonado por el Gobierno, cuando ha tenido que sufrir la humillación de ser encausado por prevaricación? Él no ha sufrido tanto como los del PP la “sentencia de la TV, pero es quisquilloso como se demostró en el caso Gal, cuando se tomó venganza de Felipe González por no haber cumplido su promesa de hacerle ministro de Justicia ¿será posible que esta redada sea una advertencia para ZP?, ¿quién puede saber lo que se esconde en la mente de alguien tan enrevesado como es el señor Garzón? Sea como fuere, lo cierto es que, en Catalunya, concretamente en el municipio de Santa Coloma, les ha explotado a los del PSC y, de retruque, al PSOE, un caso de gran corrupción. El alcalde, un tal señor Muñoz, y varios de sus satélites, han sido acusados de arbitrariedades en cuestiones urbanísticas; de mangoneos en recalificaciones de terrenos; en ganancias millonarias no justificadas; en resumen, de estar metidos hasta la cerviz en algo sumamente parecido a lo que los socialistas han estado recriminándole al PP y que les ha permitido hacer leña de él desde hace ya una serie de meses.
Ya se sabe que beber de la misma medicina que se le da al paciente, puede resultar muy amargo para el que la prescribió, pero, señores, a todo aquel que quiera nadar no se le oculta que tendrá que mojarse y ahora, todo hay que decirlo, nos parece que les va a tocar a los del PSOE apechugar con este magnífico marrón que les han regalado sus socios catalanes. Si, ya sabemos que querrán escurrir el bulto; que se curarán en salud expulsando a quien haga falta, pero, señores, su credibilidad, sus ínfulas de honradez y ejemplaridad y la supuesta virginidad del partido socialista, como les ocurre a aquellas que presumen de vírgenes y son rameras, está ya por los suelos.