Raúl González. La religion es progresista. Lo importante de la religión es la moralidad, por lo cual la religión, siendo un fenómeno histórico y cultural, ha sido actual en todos los tiempos. Las cuestiones de la vida humana cotidiana preocuparon a los antiguos, el tema religioso inquieta a los modernos igual que queda muy claro que las futuras generaciones van a prestar mucha atención a la religión también.
 Precisamente hoy, en el siglo de los procesos de globalización rápidos, cuando por todas partes la política se relaciona con la religión influyéndola con su visión del mundo, los procesos culturales de integración dejan de ser actuales sin la comprensión de la comunidad y las iniciativas de los políticos.
Vemos que en las últimas décadas la humanidad necesita un repensamiento profundo de lo que está sucediendo. Al mismo tiempo, el papel de los líderes de las religiones mundiales y tradicionales está creciendo en este proceso complicado.
El diálogo entre las naciones y confesiones es la necesidad del tiempo. La Religión se encuentra en un periodo histórico y transitorio. Hablar de la interrelación de política y religión es lo mismo que hablar sobre un tema único de las multirelaciones entre un individuo y sociedad. Por un lado, se trata de unos temas íntimos para cada uno teniendo en cuenta las convicciones personales, opiniones, conciencia. Por otro lado, es inevitable que se descubriesen las características de esa sociedad, su estructura estatal, su capacidad de garantizar los derechos humanos de sus ciudadanos, excluir cualquier violación legal y práctica sobre sus convicciones, la violación de los intereses personales, de la población, cualquier uso de esas convicciones personales en contra a sus creyentes y al progreso social. Se trata de los auténticos principios de democracia y humanidad.
El diálogo entre las civilizaciones puede prevenir la incomprensión y los conflictos en la conciencia social. El primer Congreso de las religiones mundiales y tradicionales celebrado en Astana en 2003 demostró que la iniciativa del presidente de Kazajstán N. Nazarbayev había encontrado la comprensión y apoyo de la comunidad internacional. Era aquel congreso cuando fue determinado donde acaba la plataforma religiosa y empiezan las intrigas políticas. Fueron desenmascarados los asesinos terroristas escondidos detrás de la religión. Hemos aprendido a distinguir a los auténticos creyentes y los fanáticos radicales – las marionetas de gran política. Hemos aprendido no confundirse en un espacio informativo que, por desgracia, muchas veces iguala el terrorismo y extremismo a la religión.
Este año en Astana va a celebrarse el quinto congreso de las religiones mundiales y tradicionales, un evento tradicional pero también muy actual, ya que la comunidad internacional se ha enfrentado con nuevas amenazas y desafíos, unos cambios drásticos se han llevado a cabo en el mapa política del mundo, se ha aumentado el número de los conflictos  locales basados en las diferencias religiosas, y muchas más cosas de que hay que hablar para encontrar las soluciones.
El tema principal del fórum es “El diálogo de los líderes de religión y los políticos en nombre de la paz y desarrollo”. Este fórum contará con un número récord de los delegados – su participación confirmaron varios famosos clericales y hombres públicos lo que comprueba el mayor prestigio de este evento y de Astana como una de las principales plataformas para solucionar los actuales problemas.
Hablando del Congreso cabe mencionar que el presidente kazajo N. Nazarbayev ha dicho que “el futuro de nuestra planeta no tiene que ser el conflicto entre las civilizaciones sino que la colaboración de las religiones”.
En su discurso durante el Fórum económico en Astana en 2014 el líder de Kazajstán dijo lo siguiente. “Todos hablan del choque entre las civilizaciones, de que el Oriente es Oriente mientras el Occidente es Occidente, por lo cual nunca podrán reunirse. Es incorrecto. Todos somos la gente de esa planeta. Y no es necesario que las religiones se choquen. Fue el testigo cuando los líderes de las religiones mundiales y tradicionales se reunían aquí en Astana para participar por la primera vez en su reunión. El mulá de Iran y rabino de Israel se saludaron uno a otro, hablaban…”
En conclusión hay que añadir que seguramente esta vez en Astana esa imagen se repita: otra vez vamos a ver a los representantes de varias confesiones bajo de un techo, quienes a través de diálogo buscan las soluciones para los problemas de la humanidad para conservar la paz y tranquilidad en el mundo.