Raúl y diez más
Redacción Madrid. 26 de enero.
El Real Madrid sumó su quinto triunfo consecutivo ante un Deportivo (1-0) que no arriesgó en exceso y adquirió la condición de perseguidor en solitario del FC Barcelona, aunque todavía a doce puntos porque los azulgrana han solventado de igual forma pero con diferente estética sus respectivos compromisos.
El equipo blanco acrecentó además su ventaja respecto a otros implicados en la lucha de 'Champions' porque Valencia, Sevilla o Villarreal perdieron comba. El cuadro de Chamartín no obstante tuvo que aferrarse a un recurso que no por habitual sigue siendo efectivo, el capitán.
Un tanto de oportunista, como tantos otros, de Raúl sirvió para acumular tres nuevos puntos aunque la imagen sigue siendo pobre y los recursos ofensivos del equipo se limitan a las acciones de un irregular Robben.
Raúl sumó su octavo gol en Liga, y el 305 en su trayectoria para situarse a uno sólo de la leyenda de Di Stéfano. El olfato del capitán fue decisivo ante un Deportivo ramplón, que no creyó en sus posibilidades.
Fiel al axioma de los clásicos, Juande no retocó lo que funciona y no varió el once, con Gago y Lass de muro de contención e Higüaín, Robben y Raúl, su mejor triplete ofensivo. Lotina devolvió la titularidad a Valerón, un superclase. El canario sangró lo que pudo a la defensa merengue con la verticalidad de sus pases. Primero lanzando a Bodipo y más tarde a Riki, un ex madridista.
Era la única opción en ataque del cuadro deportivista, cuya confianza se ha visto remitida por sus resultados precedentes. El Real Madrid subrayó las virtudes de su técnico, disciplina táctica y fiabilida defensiva, pero no encontró excesivas soluciones en ataque.
Juande empieza a modelar su equipo, aunque esta semana se haya quejado entre líneas de periódico que le faltan mimbres para tejer la cesta a su gusto. De inicio volcó a Robben a la izquierda y, aunque zurdo, por el flanco izquierdo el holandés no explota plenamente sus condiciones.
Robben, única alternativa ofensiva de los merengues, empieza a condicionar en exceso el juego de su equipo tanto para lo bueno, su velocidad, como por lo malo, y es que sigue sin levantar el periscopio. El extremo abusó del balón para desesperación de la grada e incluso de sus compañeros. Heinze le reclamó en varias ocasiones el esférico, pero Robben no se dio por enterado.
La improductividad del holandés trasladó al equipo a momentos de desasosiego. El Deportivo no fue obstáculo y el partido era de una única dirección, pero Munúa, un año después en la porteria blanquiazul, también era espectador de un encuentro insulso.
GOL DE RAÚL
El letargo del encuentro sólo se modificó cuando Robben cambió de lado y apareció por el flanco derecho. Sus diagonales entonces sí alteraron el sistema defensivo del Deportivo. Aún así la llave del partido la llevaba Raúl en su zurrón. El siete aprovechó su ocasión y adelantó a su equipo al filo del descanso.
Los de Juande apenas cambiaron los decibelios del encuentro en la segunda mitad. Las apariciones de Robben, en un día gris de Higuaín, fueron sus únicos argumentos ofensivos. El Deportivo tampoco se soltó en exceso, pero sí obligó a Casillas en un gran disparo de Lafita y el larguero repelió un lanzamiento de Filipe.
Tanto que Juande cambió a sus arietes -Higuaín y Raúl- para dar entrada a Drenthe y Huntelaar, pero el Real Madrid no dio más de sí. Tampoco el Deportivo, que encaja su quinta derrota consecutiva y empieza a desprenderse del buen aroma que dejó en la primera vuelta de la Liga.