Daniel Ponce Alegre.
Teólogo - Pontificio Instituto Bíblico y de EE. Teológicos.

Desde que el pasado día 6 de marzo se inició el tiempo litúrgico cuaresmal, con la Eucaristía de imposición de Ceniza, como recordatorio de que somos polvo y que del polvo de la tierra fuimos librados por el Sacrificio Redentor de Jesucristo, Señor de la Vida y la Resurrección, se nos está recordando, día tras día, que los dos pilares fundamentales de la vida cristiana, y de manera especial en estos días, son la Oración y la Abstinencia:
http://www.diarioya.es/content/la-oraci%C3%B3n-mental-en-este-tiempo-de-...
https://franciscojosecrespo.blogspot.com/p/breveguion-para-orar.html ).
Este hecho esencial es mucho más profundo de lo que se refiere al tiempo cuaresmal pues abarca toda nuestra vida cristiana y toda la Historia de la Humanidad.
La crisis en la que nos encontramos no es una crisis de humanidad, una crisis física o carnal, sino que es una crisis de génesis divina, trascendente y metafísica, que abarca la metapolítica y el orden universal global de toda la Creación.
Es una crisis de divinización de la Humanidad, y de nuestra humanidad carnal, una crisis de Filiación Divina y de reconocer este paradigma vital, este punto de análisis de la realidad que nos lleva a adquirir la clave de resolución de conflictos y crisis.
Es lo que algunos llaman: tener una visión teologal de la vida y vivir todos los asuntos desde la Filiación Divina.
En este hecho meditamos especialmente en cuaresma con vistas al tiempo pascual pero es un hecho de la Cuaresma Mayor que estamos viviendo hasta la Pascua Mayor o Eterna, es decir, hasta la Vuelta de nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, de la Vida y Ungido por el Padre para ordenar todas las cosas humanas en la Tierra y espirituales en el Cielo, para que hayan " unos nuevos cielos y nueva tierra según la Promesa ", en los que se haga su Voluntad en el Cielo y sobre la Tierra para siempre:
La vuelta al Orden perdido con el Pecado, este es el resumen de toda la Historia de los Hombres.