La distinción entre tener una relación de pareja basada en el amor o la dependencia es crucial cuando se piensa compartir la vida con otra persona, por ello, la relación será más o menos sana dependiendo de cuál de las dos sirva de fundamento para mantenerse juntos. La división entre estar con alguien porque se le ama y estarlo por una depender de él emocionalmente es muy difusa, por ello los psicólogos han llamado a la reflexión señalando que cuando dos personas deciden estar juntas lo hacen por el placer de compartir con el otro lo que se es, y no para complementar lo siente la vida ha dejado de proporcionarle.

Muchas de las actuales relaciones de pareja se basan en la dependencia y el miedo a estar solos, ya sea para creer que no se puede vivir solo, el sentirse incompletos o directamente por creer que la vida se acaba si se decide dar por finalizada una relación, pero ¿es eso amor? A juicio de los psicólogos eso está más ligado a un apego de tipo patológico que al concepto de “amar a otro” y da lugar a una serie de excesos que se traducen al final del día en una imposibilidad de desarrollar el potencial creativo que se tiene. Si necesitamos consejos al respecto, en Femquality.com cuentan con mucha información de pareja que nos puede ser útil.

El punto de evitar relaciones afectivas en base a la dependencia está en que impiden el desarrollo personal del individuo al disfrazarse muchas veces bajo una apariencia de seguridad que no hace más que ocultar la incapacidad del individuo por amar.

Cuando se toma la decisión de estar con alguien o casarse con otra persona, por ejemplo, tienen que observarse con cuidado las razones que fundamentan dicha decisión para evitar ser víctima de carencias emocionales que puedan haberse generado por trastornos sufridos en la niñez o por haber vivido situaciones traumáticas. Estar con otra persona no puede ser tomado como una estrategia para obtener amor o huir del dolor, sino más bien debe considerarse como una forma de realización personal que incluye entregar lo mejor de sí a otro que hace lo mismo sin obligación alguna.

Hay quienes creen que amar a otro es dejar de decir lo que piensan a cambio de evitar los conflictos, sin embargo, lo único que consiguen con ello es abrir las puertas al abuso de la pareja y deja en evidencia la existencia de una dependencia que no podría considerarse “amor”. Existen otros casos en que ambas partes son dependientes y alimentan la relación en base a los miedos y complejos que se tiene recíprocamente, lo cual es peor que cuando la dependencia es solo de uno.

Si se quiere averiguar si la relación con el otro se basa en el amor o la dependencia, una forma sencilla es preguntarse ¿necesito a otra persona para ser feliz? Si de forma recurrente la pareja se empecina en saber dónde, con quién se está y qué se hace hay indicios de dependencia en la relación. Ante la duda lo mejor es siempre consultar con un especialista, existen innumerables terapias de pareja y profesionales que pueden ayudar cuando más se necesita.