Reunión de los 27 en Bruselas para ratificar el plan de rescate bancario acordado el domingo
Redacción Madrid. 15 de octubre. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se reúnen hoy en Bruselas para ratificar el plan de rescate bancario aprobado el domingo en París por los quince países del Eurogrupo. Siguiendo las directrices de este plan, los Estados miembros, encabezados por Reino Unido, Alemania, Francia y España, han anunciado ayudas de casi 2 billones de euros para capitalizar con fondos públicos a los bancos en dificultades y garantizar los préstamos interbancarios.
Los líderes europeos debatirán además si la actual crisis económica debe llevar a revisar los ambiciosos objetivos que se ha marcado la UE para luchar contra el cambio climático, tal y como reclama especialmente Italia. El encuentro, que estará precedido por la tradicional cumbre social tripartita con la participación de patronal y sindicatos europeos, comenzará a las 16:00 horas con una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno con el presidente de la Eurocámara, el democristiano alemán Hans-Gert Poettering.
A continuación, el primer ministro irlandés, Brian Cowen, expondrá a sus homólogos los resultados de una investigación independiente sobre los motivos del 'no' en el referéndum sobre el Tratado de Lisboa celebrado el pasado junio. Cowen pedirá más tiempo para desbloquear la situación y se comprometerá a presentar soluciones en diciembre. Ello significa que, casi con toda probabilidad, las próximas elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2009 se celebrarán todavía bajo el Tratado de Niza.
La sesión de trabajo de la tarde se dedicará a la crisis financiera. La presidencia francesa pretende que los 11 países que no asistieron a la cumbre del Eurogrupo del domingo -el primer ministro británico, Gordon Brown, sí estuvo presente en el inicio de la reunión ya que su plan de rescate bancario sirvió de inspiración al que adoptaron después los 15- ratifiquen las medidas que se pactaron en París para dar una respuesta común a las turbulencias.
Los países de la eurozona aprobaron capitalizar con fondos públicos los bancos con dificultades y garantizar los préstamos interbancarios para reactivar este mercado, que se encuentra paralizado por la desconfianza entre las entidades.
El lunes, cada Estado miembro anunció la cantidad de dinero que dedicará para insuflar liquidez a sus entidades. En total, se trata de casi dos billones de euros, según explicó Durao Barroso, cantidad que duplica ampliamente los 700.000 millones de dólares previstos en el plan de Estados Unidos. En el caso de España, el Gobierno anunció 100.000 millones de euros en avales a los bancos, que se suman al fondo de hasta 50.00 euros para comprar activos sanos.
El plan ha tenido una buena acogida en las bolsas y el presidente de la Comisión dijo que "vemos la luz al final del túnel" aunque alertó de que "todavía no hemos llegado". Por ello, reclamó a todos los Estados miembros que "continúen unidos y prosigan su esfuerzo conjunto" y abogó por mejorar la coordinación a nivel internacional, especialmente con Estados Unidos, con iniciativas como la cumbre mundial que ha solicitado el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para refundar las bases del sistema financiero internacional.
Los Veintisiete reiterarán su compromiso de seguir tomando las "medidas necesarias" para "reservar la estabilidad del sistema financiero, apoyar a las instituciones financieras importantes, evitar las quiebras y garantizar la protección de los depósitos de los ahorradores", según recoge el borrador de conclusiones. Asimismo, aprobarán la puesta en marcha de una "célula de crisis financiera", formada por la presidencia francesa, el presidente de la Comisión, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y el del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, que "velará por la buena coordinación de los diferentes actores y propondrá en su caso una reacción común".
El Ejecutivo comunitario presentará horas antes de que empiece la cumbre una propuesta para elevar de 20.000 a 50.000 euros la garantía mínima de depósitos en toda la UE (aunque la mayoría de países, entre ellos España, ya han anunciado que subirán hasta 100.000 euros), así como la revisión de las normas contables para "evitar que los activos sanos estén subvalorados" y garantizar que los bancos europeos no se encuentren en una situación de desventaja frente a los estadounidenses. Esta revisión se aplicará ya para las cuentas del último trimestre de 2008. En las próximas semanas se presentará además la propuesta para regular las agencias de calificación de riesgos.
Durante la cena de trabajo, los líderes europeos discutirán sobre seguridad energética y cambio climático. La presidencia francesa pretende que los Veintisiete ratifiquen su compromiso de llegar antes de diciembre a un acuerdo sobre el paquete de medidas para aplicar los objetivos de lucha contra el cambio climático pactados el año pasado. En aquel momento, los jefes de Estado y de Gobierno acordaron reducir un 20% las emisiones de CO2 de aquí a 2020, aumentar la cuota de renovables hasta el 20% en el mismo plazo y ahorrar un 20% de energía.
Cuando se tomó esta decisión la economía de la UE se encontraba todavía en fase de crecimiento. Con el fuerte empeoramiento de la situación económica, algunos Estados miembros como Italia, Alemania o los socios de la ampliación han reclamado mayor flexibilidad en estos objetivos para no dañar aún más a la industria europea. Según el ministro italiano de Asuntos Exteriores y ex comisario Franco Frattini, la aplicación de estas medidas en Italia costaría el 1,14% del PIB. En el bando contrario se encuentran países como Reino Unido o España, que abogan por mantener los objetivos pactados.
El presidente de la Comisión afirmó que las medidas de lucha contra el cambio climático "no son un lujo que ahora tengamos que dejar de lado". "El cambio climático no va a desaparecer por la crisis financiera. Afrontar el cambio climático es clave para la prosperidad futura de Europa y para preservar la calidad de vida en nuestro planeta", alertó. Si la UE da marcha atrás, explicó el presidente de la Comisión, perderá su "credibilidad" y "liderazgo" en la escena internacional y no habrá ningún acuerdo sobre el cambio climático una vez que venza el protocolo de Kioto en 2012.
En paralelo a la cena de jefes de Estado y de Gobierno, los ministros de Exteriores de la UE debatirán si normalizan las relaciones con Rusia y retoman las negociaciones para un nuevo acuerdo de asociación, congeladas a raíz de su invasión de Georgia. Los Estados miembros siguen divididos sobre la oportunidad de reanudar las negociaciones, como se puso de manifiesto en la reunión de los ministros de Exteriores de los Veintisiete celebrada este lunes en Luxemburgo.
Durante la cumbre de Bruselas, que se prolongará hasta el jueves, los líderes europeos ratificarán el Pacto Europeo de Inmigración, promovido por la presidencia francesa y que ya ha sido aprobado por los ministros del Interior de los Veintisiete. El Pacto pide a los Estados miembros limitarse a las regularizaciones "caso por caso y no generales, en el marco de las legislaciones nacionales por motivos humanitarios y económicos".
Además, invita a los países de la UE a poner en marcha "políticas ambiciosas para favorecer la integración armónica en sus países de acogida de los inmigrantes, con la perspectiva de que se instalen de manera duradera". Estas políticas deben descansar en el equilibrio de los "derechos" de los inmigrantes, como el acceso a la educación, al trabajo, la seguridad y a los servicios públicos y sociales, y de sus "deberes", entre los que menciona el respeto a "las leyes del país de acogida".