Islamabad. La Corte Suprema de Pakistán resolvió el 15 de enero, en una sentencia relámpago de una sola audiencia, absolver a Rimsha Masih, la chica cristiana con discapacidad mental acusada falsamente de blasfemia. El colegio de jueces, encabezado por el Presidente de la Corte Suprema, Iftikhar Muhmmad Chaudhary, ha confirmado la absolución que ha cerrado el caso.
Como ha informado Fides, el equipo que ha defendido a Rimsha ha mostrado una “evidente satisfacción” al conocer el fallo del alto tribunal pakistaním ante lo que consideran como “una victoria para la justicia en Pakistán, que da esperanza para el futuro”.
No obstante, el Padre Bonnie Mendes, asesor de Caritas Pakistán, ha puesto de manifiesto que, a pesar de la victoria, en este país “la ley sobre la blasfemia sigue vigente y sin modificaciones, a pesar de los abusos bien documentados”.
Esta ley sigue siendo respaldada por algunos líderes musulmanes. El Padre Mendes afirma haber visto a algunas personas intentando modificar la ley ante el Parlamento, “con el fin de evitar posibles abusos o dar garantías contra las falsas acusaciones, que a menudo han conducido a la muerte del acusado, por manos de turbas enfurecidas”, por lo que solicita a la política “la voluntad de solucionar este nodo, el de la blasfemia, que en el país causa muchas tragedias”.
Fides informa que en Pakistán hay otros 36 casos de condenados por blasfemia: 16 personas están en el corredor de la muerte en espera de ejecución; otros 20 acusados están condenados a cadena perpetua. Muchos otros están en espera de juicio o después de haber apelado una condena en primera instancia, entre ellos la mujer y madre cristiana Asia Bibi.