Redacción Madrid. 18 de Octubre.

   El recién nombrado ministro de Inmigración británico, Phil Woolas, indicó hoy su intención de imponer límites estrictos ante la llegada de inmigrantes a Reino Unido dado que la actual crisis económica podría acentuar tensiones raciales, principalmente entre la población desempleada.  

   "Si la gente se queda sin trabajo, la cuestión de la inmigración se convierte en un tema realmente espinoso", declaró Woolas la diario británico 'The Times'. "Ha sido demasiado fácil entrar en el país, a lo largo del pasado, pero se va a volver más difícil", indicó.

   El objetivo es, en palabras del ministro, alcanzar un objetivo en lo referente a las llegadas y salidas de población porque "el Gobierno no va a dejar que la población llegue hasta los 70 millones", declaró Woolas. Actualmente Reino Unido comprende a casi 61 millones de personas.

   Los comentarios de Woolas no han tardado en ser contestados, primero por el presidente del Comité Selecto de Interior de la Cámara de los Comunes, Keith Vaz, quien calificó las declaraciones de Woolas de sorprendentes. "Me dejaría sin habla que un ministro de Integración laborista cambiara la política. Su predecesor y el secretario de Interior han dejado bien claro que no apoyan una cuota", indicó.

   Por su parte, el miembro del Comité Conjunto para el Bienestar de los Inmigrantes, Habib Rahman, declaró que este proyecto "podría arrasar con cualquier idea de una migración controlada a través del nuevo sistema de puntos establecido por el Gobierno", un sistema que cuenta con su aprobación personal ya que "fue desarrollado a través de largas y amplias consultas antes de descubrir que era la respuesta a las necesidades económicas del país".

   Las últimas figuras citadas por el diario estiman que la migración neta --diferencia entre personas que entran y salen del país--, será de unas 200.000 personas al año hasta 2012. Cerca de un 70 por ciento del crecimiento de población durante los próximos 25 años será resultado del fenómeno de la migración.