Rusia podría desplazar aviones estratégicos de largo alcance a Cuba
Las autoridades rusas estudian el regreso de aviones militares a Cuba en respuesta al emplazamiento de bases del escudo antimisiles estadounidense en la República Checa y Polonia, según informa hoy el diario moscovita 'Izvestia'.
"Mientras ellos despliegan sistemas antimisiles en Polonia y la República Checa, nuestros aviones estratégicos de largo alcance ya aterrizan en Cuba", afirmó una fuente de alto nivel en declaraciones a este periódico.
Expertos entrevistados por 'Izvestia' señalaron al respecto que en caso de que aviones estratégicos --con capacidad de transportar y lanzar armas nucleares-- rusos realmente hubieran aterrizado en territorio cubano, Estados Unidos lo habría registrado y protestado vehementemente. Cuba se encuentra a una distancia de apenas 180 kilómetros de la costa estadounidense y Washington cuenta con la base militar de Guantánamo en la propia isla.
Tanto el portamisiles supersónico ruso Tupolev-160, al que los pilotos llaman 'Cisne Blanco', como el bombardero Tupolev-95MS, llamado 'El Oso' en la clasificación de la OTAN, son técnicamente capaces de alcanzar el territorio de Cuba pero "se requiere una decisión política para ello", resalta 'Izvestia'.
Un alto oficial del Estado Mayor de la Aviación Estratégica de Rusia admitió que el asunto se va barajando: "No pasa del plano de las conversaciones pero tampoco puedo decir que no exista absolutamente nada real detrás de ellas".
Leonid Ivashov, ex alto cargo del Ministerio ruso de Defensa y, hoy en día, experto en geopolítica, señaló al respecto que la infraestructura existente en Cuba podría usarse no como base permanente sino como "aeródromos auxiliares", o "de reabastecimiento".
En octubre de 1962 la isla ya fue protagonista de la Crisis de los Misiles, desatada cuando Estados Unidos detectó que la URSS había construido silos para misiles en Cuba y que los buques con los propios proyectiles ya se dirigían a la isla.
Tras doce días, el ultimátum del entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy, surtió efecto y Moscú retiró los misiles a cambio de un compromiso de no invasión de Cuba. Esta iniciativa del presidente soviético, Nikita Kruschev, era la respuesta a la instalación de misiles estadounidenses en Turquía, que también fueron retirados.