Rusia propone un embargo de material bélico a Georgia
Redacción Madrid. 1 de Septiembre.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, propuso hoy que se decrete un embargo en el suministro de material bélico al actual régimen georgiano de Mijail Saakashvili, según informó la agencia rusa de noticias RIA Novosti.
Este embargo es necesario "para garantizar la seguridad de la región contra los rebrotes de violencia" y hasta que otro Gobierno "transforme a Georgia en un Estado normal", declaró Lavrov durante una intervención ante los alumnos del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO).
"Saakashvili y quienes están detrás de él, pues no habría aguantado siquiera un día sin apoyo externo, decidieron someter al Gobierno ruso a una prueba de resistencia" en Osetia del Sur y Abjasia, afirmó Lavrov, quien aseguró que Moscú seguirá tomando precauciones "a fin de que ese régimen jamás pueda hacer el mal".
Asimismo, el ministro manifestó el interés de Rusia por cooperar estrechamente con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la ONU para proporcionar a Osetia del Sur y Abjasia las garantías de seguridad previstas en el plan Medvédev-Sarkozy.
Dicho plan contempla seis puntos: el no uso de la fuerza, el cese definitivo de las hostilidades, el acceso libre a la ayuda humanitaria, el regreso de las tropas georgianas a sus cuarteles y de las Fuerzas Armadas de Rusia a la línea en la que permanecían antes de iniciarse las operaciones militares, la adopción por la fuerza de paz rusa de las medidas de seguridad complementarias hasta que sean articulados los respectivos mecanismos internacionales y la apertura de consultas internacionales sobre el futuro estatuto de Osetia del Sur y Abjasia y las vías para garantizar su seguridad.
La actuación de Rusia con respecto a Osetia del Sur y Abjasia, a juicio de Lavrov, "plasma el creciente apoyo internacional a la idea de la seguridad individual, que no se contradice en absoluto con el concepto tradicional de la seguridad de Estado".
Es inadmisible, dijo, "matar a quienes consideras como ciudadanos propios". "No podemos considerar a los individuos como una posesión de cierto territorio que puede pasar arbitrariamente, sin el consentimiento de los mismos, a la jurisdicción de uno u otro Estado, contrariamente a la Carta de la ONU y a los principios del Acta Final de Helsinki", subrayó.