Daniel Ponce Alegre. Teólogo y Antropólogo. Delegado en Levante de Diplomacia S.XXI.
El Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Antonio Card. Cañizares llovera ha pasado recientemente el hemisferio del primer año desde que fue nombrado pastor, " esclavo fiel de nuestro Señor Jesucristo " en la Archidiócesis de Valencia, la primera en extensión territorial de toda España.
Durante estos meses han sido algunas las voces que le achacaban continuidad, mantenimiento del statu quo en la anterior situación de mediocridad e inconsistencia doctrinal, y en otros casos altivez o actitud de distancia.
Nada de esto, ninguno de estos extremos y declaraciones ignorantes o malintencionadas, ha sido cierta ni mucho menos, como este medio a través de los artículos que un servidor ha ido escribiendo ha puesto en evidencia sin dejarse llevar por las apariencias de por ejemplo: mantener al mismo Secretario Particular de Carlos Osoro, a los mismos Vicarios, al Ecónomo, al Canciller y Vicecanciller, o al mismo Rector de la Universidad Católica de Valencia.
En este último supuesto, en la " expulsión discreta " de José Alfredo Peris Cancio, ex Rector de la UCV,  voy a centrarme en el artículo de hoy.
El Diario YA, dedicó varios análisis muy duros pero realistas, en el pasado reciente, a hablar de la vergonzosa, académica y doctrinálmente hablando, situación en la que se encuentra aún la Universidad Católica de Valencia, y que han resultado, por un lado, en la gratitud hacia mi persona por parte de aquellos que aman como yo a la Institución, y por otro lado, en el rechazo o negación del saludo de algunos, de los que he puesto en peligro su posición de privilegio y poder o su cuenta corriente, como por ejemplo el Vicerrector de Internacional, Pablo Vidal que me ha dicho que no quiere saber nada de mí o el Vicario de Evangelización de la Archidiócesis de Valencia, Javier Llopis que me ha prohibido la entrada en el edificio de las Comisiones diocesanas con la frase: " en mi casa entra quien me da la gana y tú no lo haces ", y lo más triste y duro para mí es que este hermano en Cristo es además sacerdote.
Los dos pasos que se han dado, y acciones que se han tomado, han sido muy sólidos, sabios y verdaderamente cariñosos, pues en ellos se tiene presente la madurez cristiana de todos nosotros, por parte de D. Antonio Cañizares.
En primer lugar, el nombramiento como responsable directo de la UCV, de su Obispo Auxiliar, D. Esteban Escudero, a quien hemos dedicado un artículo extenso sobre sus excelentes cualidades pastorales, profundo conocimiento y sabiduría.
En segundo lugar, el nombramiento del excelente profesional de acrisolada experiencia en el mundo académico y del pensamiento: D. Ignacio Sánchez Cámara, y despido del hasta entonces Rector, José Alfredo Peris Cancio, la causa detonante en apariencia ha sido el que se ha conocido el bárbaro sueldo: más de 130.000 euros anuales, según los diarios de Valencia.
La razón de fondo ha sido la patente y evidente situación de ruina moral en la que ha dejado a la UCV junto con sus vicerrectores: José Luís Sánchez, Pablo Vidal y José Ignacio Prats, que sobrepasaban la mitad del sueldo del Rector, y algunos de los Decanos, como Ginés Marco, el de Derecho y CC. Jurídicas, además de Filosofía y Antropólogía, y Director de varias Cátedras, además de prevendas en cursos públicos, másteres, seminarios, etc, que han sido devueltos con la admisión a la docencia del ex Presidente Camps, pendiente de juicio por la Fórmula 1 en Valencia, o a la gerencia de dos escuelas de la UCV, al exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau.
Ginés Marco, con otros decanos se mantenían en el silencio cómplice de la " familia " al más puro estilo mafioso.  Los que eran críticos, simplemente eran apartados a las clases, y entre estos se puede buscar ahora a algunos buenos decanos y vicerrectores, además del necesario saneamiento con sólidos catedráticos, doctores y buenos profesionales o técnicos de otras universidades y de la empresa privada en diferentes sectores.
Como dijo Maquiavelo, consejero de papas y príncipes: " ninguna república o principado puede ser saneado a medias ", y esto es necesario aplicar en la Universidad Católica de Valencia con todos los cómplices de su ruina.
Humildemente este es el consejo que me permito dar, con todo el respeto a D. Antonio, a D. Esteban y al nuevo Rector de la UCV: Ignacio Sánchez Cámara.
Que nuestro Dios y Padre, mediante su Hijo y Señor muestro, Jesucristo, les bendiga hasta su Vuelta. Amén.