Santiago Velo de Antelo.
Los sacerdotes se han convertido en los grandes olvidados por los medios de comunicación en la crisis del cornavirus. Son los otros héroes casi silenciados. Sin embargo también están en primera línea del frente de batalla.

Sólo en Italia los cien sacerdotes fallecidos a consecuencia del coronavirus superan en número al de médicos y sanitarios que han muerto por este virus. Un centenar de sacerdotes es una cifra brutal. Personas que han estado con los enfermos facilitándoles toda la asistencia religiosa que requerían, y también los que han acompañado a los fallecidos en sus últimos instantes. Oficiando funerales donde nadie se atreve a asistir.

El sacramento principal de la Unción de los enfermos, el sacramento de la Confesión, la gracia que reciben a través de estos y la recepción de la Eucaristía. Unción de los enfermos, la Confesión y la Comunión, también conocido como el viático cuando se recibe por última vez. O los últimos ritos cuando se reciben estos tres sacramentos a la vez. Por ello están dando la vida cientos de sacerdotes.

Igualmente son innumerables las monjas que cuidan de residencias de ancianos que se han visto afectadas y varias han fallecido. Ejemplo el de las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa. "Queridos amigos, con profunda tristeza, les informamos que Sor Sienna, de 73 años, del convento de Swansea (Gales, Reino Unido) se dirigió ayer [1 de abril] al descanso eterno con nuestro Señor. Fue hospitalizada por Covid-19 la semana pasada. Ella es de Jarkhand, en la India. Recemos por su alma. Les pedimos que también recen por las otras monjas del convento. Todos los miembros de la comunidad dieron positivo [al coronavirus], una está muy grave".

Para muchos estamos ante un nuevo tipo de guerra. Quizá también estemos ante un nuevo modelo de mártires.