Lo que muchos no saben. Hay reconocidos hasta 47 dialectos del español. desde el madrileño hasta el chilote, el andino o el rioplatense y jergas como el cheli. 
Salida a hombros de Enrique Ponce
José Luis Jiménez
Miércoles, 23 de julio
Plaza de Cuatro Caminos 22 Julio. Lleno. Tarde ventosa.
Enrique Ponce. Media algo caída. (Dos orejas). Entera algo caída (Una oreja).
Sebastian Castella. Entera tendida y algo caída (silencio). Pinchazo, media muy caída, aviso (saludos).
Manuel Jesús Pérez Mota. Entera tendida (Una oreja). Casi entera muy caída (silencio).
Toros de El puerto de San Lorenzo. Segundo y Quinto de La Ventana del Puerto, del mismo encaste. Justos de fuerza, pero muy nobles y que ayudaron mucho a la labor de los diestros.
¿Se ha roto el maleficio de Ponce en Santander? Eso parece corroborar el resultado de la corrida de ayer. Después de varias temporadas de no conseguir ningún éxito en la plaza cántabra, en la tarde de ayer, obtuvo un gran éxito. Inició su faena de muleta con unos pases por bajo templados y armoniosos. En el resto de la Faena, se gusta, incluso con adornos y algún redondo, entre los aplausos de la concurrencia. Entra decidido a matar. Obtiene una media algo caída, pero que basta. Le conceden dos orejas, pero con una hubiese sido suficiente. En su segundo, lo atempera muy bien, especialmente con la derecha, con gusto y empaque, especialmente una tercera tanda. Obtiene una entera algo caída, le conceden una oreja, y da dos vueltas al ruedo muy aplaudidas.
Sebastian Castella, no consigue levantar el vuelo. Lleva más de una temporada con falta de sitio y de confianza. En su primero, no se acopló al astado, y en su segundo, que inicia bien la faena de muleta, con buenos pases con la derecha, pero termina muy anodino. Es posible que le haga falta un descanso.
Pérez Mota, es un diestro que, desgraciadamente, torea pocas veces al año. La temporada pasada, tuvo una buena actuación en la plaza santanderina, por lo que repetía. En su primero, inicia faena con cuatro estatuarias y sigue en buena línea el resto de la faena. La nobleza del toro, le ayuda. Al matar de una entera, aunque algo tendida, le es concedida una oreja, con buena acogida. En su segundo, aunque inicia bien la faena, la va diluyendo, poco a poco. Se nota su falta de oficio.
Y mañana, la gran esperanza y enormes expectativas con la reaparición, después de su grave cogida, de José Tomás.