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Diario YA


 

un 11 de noviembre de 1875 envió la primera expedición de misioneros salesianos a América

San Juan Bosco, enseñanza y misionero

Javier Paredes. Si bien es sabido por todos la dedicación de los salesianos a la enseñanza, no todos conocen el carácter misionero de esta congregación. Por eso el protagonista de hoy es San Juan Bosco, porque un 11 de noviembre de 1875 envió la primera expedición de misioneros salesianos a América.

Esta primera expedición misionera estaba compuesta de 10 salesianos: 6 sacerdotes y 4 hermanos coadjutores. El jefe del   grupo era Juan Cagliero, que había sido uno de los primeros niños de don Bosco en Valdocco. Cagliero con el tiempo fue obispo y cardenal. Don Bosco despidió a sus misioneros en el Santuario de María Auxiliadora y les entrego un papelito con estos tres consejos:

1º Buscad almas, no dinero, ni honores, ni dignidades.
2º Cuidad de los enfermos, los niños, los  viejos y los pobres y   os ganaréis la bendición de Dios y la  benevolencia de los hombres.
3º Amaos mutuamente,  corregíos mutuamente,  no se tengan envidias ni rencores, que el bien de uno sea  también el bien de todos.

Y a continuación les dijo: “Hagan lo que puedan. Dios hará los demás. Confíenlo todo a  Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora y veréis lo que son los milagros”.

Y porque fueron fieles a lo que les dijo don Bosco y dejaron hacer a Dios, acercaron a muchas almas a la Iglesia, vieron crecer el número de vocaciones salesianas y las hermanas de la Congregación de María Auxiliadora educaron a Laura Vicuña en su colegio de Junín de los Andes, en la Patagonia argentina. Laura Vicuña es una de las pocas niñas que ha subido a los altares, pues fue beatificada por Juan Pablo II en 1988. De hecho Cagliero y Laura Vicuña se conocieron, cuando en visita pastoral, que Cagliero realizaba a caballo, le administró el sacramento de la confirmación y tuvieron una  larga entrevista, en la que Laura le debió abrir su alma. Seguro que tras esa conversación, Cagliero debió reconocer la razón que tenía don Bosco cuando les prometió que serían testigos de milagros, porque la vida santa de Laura Vicuña es uno de los grandes milagros obrados por Dios, a través de la acción de los misioneros salesianos.