SANTA MADRE TERESA
Fidel García Martínez. La madre Teresa, nacida en Albania, el país que presumía ser el más ateo del mundo en los duros tiempos de represión del stalinismo más feroz y despiadado, es una de las monjas más conocidas del siglo XX, por su amor y entrega a los más pobres entre los pobres. El próximo día 4, será declarada santa en Roma, por Papa Francisco. Se trata de un acontecimiento estrictamente católico, porque las canonizaciones sólo se celebran en la Iglesia Católica y sólo ella puede decidir quiénes de sus hijos gozan de la Visión Beatifica y están salvados. Las calumnias contra las canonizaciones y beatificaciones son fruto de la ignorancia y/o de la calumnia.
La persona y la obra de la Madre Teresa, sin embargo, sobrepasan los límites de la Iglesia Católica y tiene una dimensión universal. Ella con su sonrisa, humildad y arrojo superó prejuicios políticos e ideológicos; a nadie marginó y a todos ofreció su ayuda generosa directamente o por medio de sus Hijas de la Caridad. Amiga de los famosos como Lady Di: fue recibida por dictadores y consiguió de todos que su obra se extendiese por numerosos países, especialmente en la India donde se consagró a defender a todos los parias. No han faltado los reaccionarios que han criticado el amor de la Madre Teresa por los más pobres, porque con hipocresía redomada intentaban desprestigiarla con soflamas como: menos caridad y más justicia, los mismos que utilizan los pobres como reclamo político para ganar votos y sacar dinero para su propio fin; son los nuevo judas a quienes no les interesan los pobres sino el dinero que se puede sacar a cuenta de ellos.
La revista Time definió a la Madre Teresa como un reflejo de la luz de Dios. Recibió numerosos reconocimientos por su entrega constante a los más pobres: entre otros el premio de la Paz “Juan XXIII” entregado por el Beato Pablo VI: fue distinguida como “ la mujer más benemérita de Asia por la fundación Ramón Magsaysay en Filipinas: el premio de la fundación Kennedy y el premio Nehru a “la compresión internacional”; el 11 de diciembre de 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz, donde ratifico su mensaje más conocido: “hemos sido creados para amar hasta que duela”. El 5 de septiembre falleció a los 87 años de un paro cardíaco. El Gobierno de la India celebró un funeral de estado en su honor y su cuerpo está enterrado en la casa madre de las Misioneras de la Caridad, en Calcuta. Su sucesora hasta hace un año (24 de junio de 2015) fue la madre Nirmala Joshi, nacida en el estado más pobre de la India.
Tuve la ocasión de conocerla en Buenos Aires y me conmovió su apariencia frágil y delicada, así como su mirada firme y amorosa; encarnó de forma admirable el espíritu de la Madre Teresa, siendo una luchadora incansable por la paz y la fraternidad y profundamente abierta a todas las necesidades de los más pobres entre los pobres. Al frente de las Misioneras de la Caridad mantuvo firme el legado de la Madre Teresa y amplió con nuevas fundaciones por medio mundo el legado de la Madre Teresa de Calcuta. Seguro que unidas en la Casa del Padre celebran la canonización de la Madre Fundara en Plaza de San Pedro de Roma.