El periodista Santiago Mata y la editorial Sekotia unen sus fuerzas para publicar este fantástico libro, agradable de leer y que en el fondo viene a aportar un nuevo testimonio de la labor evangelizadora de España en América. Una de las consecuencias de esa labor es el posterior secreto de la Virgen de Guadalupe del 12 de diciembre de 1531. ¡Sólo 39 años después del descubrimiento de América!

Ya en la página 11 el autor relaicona la famosa Noche Triste de Hernán Cortés con la Prusísima, y son constantes la relación comparativa de modos y formas de pensar en estas tierras en los tiempos de la aparición de la Virgen y los de la época pre-hispánica. Por ello, a la vez que profundizamos en el milagro de la Virgen de Guadalupe, vamos aprendiendo acerca de la cultura de los Méxicas.

Esta novela, de fácil lectura con sus 176 páginas, nos sitúa en el contexto social de un acontecimiento que hace cinco siglos supuso un cambio radical en las vidas de quienes lo conocieron y de las relaciones entre los indígenas y los españoles en México.

El autor, conocido por sus rigurosas obras históricas, reconstruye con gran precisión los avatares de Juan Diego, Águila que habla, y el recelo que su testimonio provocó en quienes lo oyeron. La narrativa de Santiago Mata nos permite reflexionar, al aire de lo sucedido al protagonista, sobre nosotros mismos y conocer, en el reflejo de una sociedad en vías de hundimiento, un cúmulo de problemáticas que tienen mucho que ver con el presente. Así, la novela logra reflejar la complejidad de una sociedad concreta, en buena medida desaparecida, y nuestra ceguera para lo verdaderamente importante, en contraste con la actitud humilde y firme del personaje más inesperado. Este se transforma en conciencia clarividente para denunciar los mitos que obstaculizan a una sociedad y para revelar caminos de progreso interior y social.
El secreto de la Virgen de Guadalupe, narrada con el estilo sencillo y humilde que debieron tener los protagonistas de un acontecimiento sin igual en la historia, va llevando al lector hasta la cálida relación entre un personaje humano y otro celestial, logrando hacerle partícipe de aquel suceso al que pueden aplicarse con propiedad las palabras del Salmo 147,20: Non fecit taliter omni nationi. A ningún otro pueblo trató así.