Sanz apuesta por una Navarra foral y española y critica la ceguera política de Rajoy
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Redacción Madrid. 30 de noviembre.
El presidente del Gobierno de Navarra y de UPN, Miguel Sanz, aseguró hoy en Andosilla, durante la celebración del Día del Partido, que Unión del Pueblo Navarro "no será nunca la franquicia del Partido Popular en Navarra y de ningún otro partido".
La formación, que cumple 17 años, contó con la participación de unas 3.000 navarros, entre afiliados y simpatizantes de UPN, miembros del Ejecutivo foral, parlamentarios y concejales. Durante el acto, se homenajeó a afiliados con 15 años de antigüedad y se entregó sendos ramos de flores a las viudas de Tomás Caballero y José Javier Múgica, víctimas de ETA.
En su intervención, realizada tras la comida en el polideportivo de la localidad, Sanz recalcó que UPN siempre ha cumplido sus compromisos con el PP, "con generosidad y con lealtad, de frente, sin tapujos ni falsedades y sin olvidar que nuestro compromiso estará siempre con Navarra y con los ciudadanos".
A su juicio, "el ejercicio de nuestra libertad y autonomía ha hecho que el PP rompiera el pacto, pero esto no va a impedir que UPN sea el partido líder y mayoritario de Navarra". "Mucho me temo", añadió, "y lo digo con pena, que el PP va a pasar del primero lugar del ranking electoral bajo las siglas de UPN, al cuarto o quinto entre los partidos de Navarra, porque afirmar que el PP nace con vocación de ser el primer partido de Navarra no pasa de ser un brindis al sol en un momento de efervescencia emocional".
En su intervención, Sanz se mostró "dolido y extrañado" con unas declaraciones de Mariano Rajoy en las que el líder del PP afirmaba que Sanz revelaba "muy poca gratitud, porque el PP contribuyó a que ganara las elecciones". El presidente de Navarra dijo que su "afecto y simpatía personal con Rajoy siguen siendo las que han sido siempre" y por eso le deseó "con sinceridad que gane tantas elecciones como las que he ganado yo en Navarra".
UPN, continuó, "está y estará siempre en la defensa de Navarra como parte esencial de España, porque queremos que España funcione bien, pero para eso hace falta el impulso de todos, más allá de posiciones partidistas y avocadas al fracaso por la simple aritmética parlamentaria y con grave perjuicio para los ciudadanos".
Éste es el caso, subrayó, de las enmiendas presentadas por UPN en el Senado a los PGE, "que pueden no salir porque lo van a impedir, entre otros, los senadores de UPN que se afiliaron al PP y que ahora no quieren mejorar los PGE aunque esta mejora beneficie a los navarros porque creen que cuanto peor mejor". Los regionalistas, sin embargo quieren "lo mejor para España aunque en muchas ocasiones no sea lo mejor para nosotros".
En su opinión, UPN "siempre ha dado ejemplo de patriotismo, y nadie trabajará más que nosotros en el afán de impedir democráticamente con la fuerza de nuestros votos que accedan al Gobierno de Navarra quienes sólo aspiran a que Navarra se disuelvan en otras realidades políticas, y esto tan simple deben entenderlo en Madrid, porque la línea divisoria no es entre socialistas y populares sino entre constitucionalistas y los nacionalistas".
Tras la ruptura del pacto con el PP, dijo que ahora se abre "un panorama nuevo y una posibilidad de centrar nuestro mensaje en la arena electoral, porque cuando una cosa no crece o ha alcanzado su techo lo único que puede pasar es decrecer si no nos movemos y si no cambiamos algunas de nuestras estrategias". Por eso subrayó que "hoy más que nunca nuestras posibilidades han aumentado considerablemente al aparecer las siglas del PP por la derecha y oxigenar también la posibilidad de alcanzar acuerdos con la izquierda, porque nuestra separación con el PP no pretende excluir a nadie y tampoco al PP en el tiempo de los acuerdos".
A su juicio, Navarra "no puede condicionar su futuro institucional a que UPN tenga mayoría absoluta porque eso además de poco probable, origina un riesgo de inestabilidad política que lo hace inasumible, ya que la hipoteca a pagar por seguir la estrategia del PP en su política de confrontación con el Gobierno central es demasiado alta para que la paguemos solo los navarros".
Por todo lo anterior, Sanz insistió en que es necesario "blindar institucionalmente Navarra con la mayor fortaleza y no dejarse apoyar en formaciones que no creen en la Navarra foral y española, en la firmeza para combatir el terrorismo y en la lealtad recíproca entre los Gobierno de Navarra y España cualquiera que sea el color político que los sustente". Aclaró que con este blindaje no están reclamando la firma de ningún documento, "aunque tampoco la rechazamos si así se estima conveniente".
Sanz también valoró los gobierno de UPN que han demostrado, a su juicio, "la capacidad para gestionar las instituciones de Navarra sin sectarismos y clientelismos, con honradez y compromiso, ya que nadie ha podido descubrirnos ninguna irregularidad ni la van a descubrir en el futuro".
También se refirió a la crisis económica "que no permite confrontación" ya que Navarra "espera de UPN que esté a la altura de las circunstancias, que ofrezca una imagen unidad, de coherencia, porque la gente no quiere vernos distraídos y con disputas internas y personales sin altura de miras". Y aseguró que "la coherencia y la unión de UPN van a ser como siempre los grandes valores que defina nuestro futuro en el próximo congreso".
En ese sentido, recalcó, "con determinación" que UPN "va a seguir defendiendo los intereses del partido por encima de los míos propios e incluso por encima de mis sentimientos y afectos personales, cada uno de nosotros vamos a estar en nuestro sitio y el partido en el sitio de todos". Insistió en que la unidad "es la columna principal de nuestra verdadera independencia de los partidos nacionales y nacionalistas".