Sarkozy no hace caso a los sindicatos
Redacción Madrid. 30 de enero. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, mantendrá el rumbo de las reformas económicas a pesar de las manifestaciones vividas ayer en las calles de toda Francia para protestar por el impacto de la crisis en los trabajadores, según adelantó hoy su consejero para asuntos sociales, Raymond Soubie.
"No se cambiará el rumbo. Se mantendrá porque hay que esperar primero a que el plan de estímulo produzca sus efectos", dijo el consejero presidencial en las ondas de RTL tras recordar que Sarkozy ha admitido la "legitimidad" de las preocupaciones de sus conciudadanos y que, por ello, ha convocado una reunión con los agentes sociales el próximo mes de febrero.
A su juicio, los franceses esperan en general del presidente que muestre que sabe dónde va y mantenga el rumbo para aportar soluciones concretas a la crisis. "Dicho de otra manera, que haya alguien en le barco, que sea un capitán y que mantenga el rumbo sea cual sea el fuerte viento", ilustró.
La lectura que hace el Elíseo de la jornada de ayer, por tanto, es que conviene minimizar el enfado de los franceses sin menospreciarlo y continuar adelante con el plan de reformas diseñado antes de que llegara la crisis.
Soubie llegó a considerar que la expresión de malestar de los franceses tiene una función más psicológica que social. "Tiene la doble función de exorcismo frente a la crisis y una función más general de manifestación de esta angustia", valoró.
Marcó así distancias con respecto a las movilizaciones de 2003 y 2006 porque en estos dos casos los franceses salieron a la calle para reclamar la retirada de un proyecto gubernamental concreto, la reforma de las jubilaciones y el Contrato de Primer Empleo (CPE), respectivamente. "Creo que es una verdadera manifestación de preocupación y de angustia organizada legítimamente por los sindicatos", insistió Soubie.
También descarta Sarkozy ceder a la reiterada petición de los sindicatos de aumentar el poder adquisitivo y estimular el consumo. "En este momento, el análisis del presidente, y de la casi totalidad de los economistas, es que es preferible la inversión. Si un día la situación cambia, si los datos cambian, si las realidades cambian, creo que el presidente y el Gobierno reaccionarán", aclaró el consejero.
Por su parte, los sindicatos, que se reunirán el próximo lunes 2 de febrero para decidir el camino a seguir tras la jornada de ayer, no se contentan con una convocatoria en el Elíseo que se presenta como una respuesta a la huelga cuando en realidad ya estaba programada desde hacía semanas.
"Es el jefe del Estado quien va a decidir el seguimiento de este movimiento con la respuesta que le de", declaró el secretario general del la CFDT, François Chérèque.
Mientras, el máximo responsables de la CGT, Bernard Thibault advierte de que el Gobierno "no puede continuar con su política y debe revisar rápidamente sus decisiones".
El líder sindical avisa también de que no se pueden multiplicar las reuniones con los sindicatos sin que haya resultados y exige "una agenda de discusiones seria para alcanzar decisiones concretas".