Sarkozy propone ampliar y potenciar las instituciones internacionales
Redacción Madrid. 27 de agosto.
El jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, apostó hoy por un "multilateralismo eficaz" para resolver los problemas de la gobernancia mundial en su alocución pronunciada en la ceremonia de apertura de la decimosexta Conferencia de los Embajadores galos. El encuentro del presidente francés con los jefes de las misiones diplomáticas de Francia en el mundo sirvió a Nicolas Sarkozy para plantear este nuevo modo de gobernar las cuestiones internacionales.
"Después de la creación del sistema de Naciones Unidas y de las instituciones de Bretton Woods -FMI y Banco Mundial- el número de estados se ha multiplicado por cuatro y el de las organizaciones internacionales se ha multiplicado por diez", expuso Sarkozy. En este contexto, todas las instituciones internacionales y estatales "generan derecho" a través de sus decisiones sin "preocuparse por la coherencia" del conjunto de los textos aprobados.
"No existe una visión de conjunto", explicó Sarkozy, quien puso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) como un ejemplo de un actor responsable del mal funcionamiento de la gobernancia mundial. "No sólo es cada vez más difícil encontrar un compromiso global aceptable para todos" sino que, además, "nadie, absolutamente nadie, se preocupa por saber si lo que debe elegirse en la OMC sobre la agricultura, por ejemplo, permitirá responder a los diagnósticos alarmantes de la Organización de la ONU para la agricultura y la alimentación (FAO)", dijo Sarkozy.
Para él, esta circunstancia ejemplifica tanto el mal funcionamiento del actual sistema de gobernancia mundial como que "la OMC pide que se reduzca la producción agrícola" cuando "la FAO se reúne de urgencia para decir que hace falta aumentar la producción agrícola en el mundo".
"¿Podemos continuar así?", se preguntó con retórica Sarkozy ante sus embajadores. "La respuesta de Francia es no", respondió taxativo.
Todas las soluciones que planteó hoy Sarkozy caben en la expresión "multilateralismo eficaz", términos que se identifican fundamentalmente en dos ideas que el jefe de Estado galo ya ha evocado con anterioridad: la ampliación del G-8 en G-14 y la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU.
Para el presidente francés no se puede "hablar de la seguridad del mundo sin un miembro permanente del continente africano, otro de América del Sur y sin India en el Consejo de Seguridad". Sobre la economía mundial, Sarkozy dijo: "solo veo al G-14 como futuro lugar de arbitraje". Sin estos cambios, el presidente francés no ve "cómo pueden tratarse los grandes dosieres del mundo".
En las estructuras de la nueva gobernancia mundial que desea el presidente de Francia y de turno del Consejo Europeo, "la UE puede ser una referencia y un actor mayor", dijo, porque "la era de las potencias relativas en la que nos encontramos puede desencadenar en una cooperación aún más sólida".
EL MENSAJE DE EUROPA
Según Sarkozy, los estados europeos, considerados por el presidente francés como "potencias relativas", "han aprendido" en los últimos decenios "a practicar entre ellos la cooperación". En consecuencia, parten con una cierta ventaja en "una época marcada por las insuficiencias de un sistema mundial multilateral fragmentado" que engendra "riesgos, rivalidades y enfrentamientos", mantuvo.
Para Sarkozy el mensaje que Europa tiene que ofrecer al mundo es: "somos potencias relativas y hemos aprendido el compromiso y la cooperación". Según él, Europa debe imponer a las nociones de "competencia y rivalidad" el concepto de "cooperación".
Sin embargo, antes de lanzase a ofrecer ese mensaje al resto de actores internacionales, según Sarkozy, Europa tiene que dotarse de las instituciones que la habilitarán para hacer llegar a todo el mundo la idea de "cooperación".
Para el jefe de Estado galo, coautor del Tratado de Lisboa, este texto puede hacer a la UE dar un salto cualitativo que haga de Europa un actor activo en el "multilateralismo eficaz".
RUPTURAS DIPLOMÁTICAS
En su alocución ante los embajadores galos, el presidente francés defendió la política exterior que ha puesto en marcha en el año que lleva al frente del Estado galo.
De hecho, reivindicó la autoría de cinco grandes "rupturas diplomáticas" en la política exterior gala. Para él, Francia ha roto con sus tradicionales relaciones con Estados Unidos y con la OTAN, con los actores de Oriente Próximo, con Europa, con África y con los Derechos Humanos.
En su intervención, Sarkozy volvió a desarrollar los grandes temas internacionales que le llevaron a la victoria en las elecciones presidenciales del año pasado aunque los apoyó con hechos y gestos que él mismo ha protagonizado como jefe de Estado.
Aludió a la mejoría de las relaciones "con la familia occidental", a saber, con Estados Unidos, Israel y Europa, al nuevo impulso que han recibido las relaciones con países africanos como África del Sur o Nigeria sin que ello implique el fin de las buenas relaciones con los países "amigos africanos" de siempre y a su alegría tras haber intervenido en la liberación de las enfermeras búlgaras y el médico palestino o tras conocer la puesta en libertad de la franco-colombiana, Ingrid Betancourt.
AFGANISTÁN
En sus referencias a las "rupturas diplomáticas", Sarkozy no habló sobre Afganistán, país en el que Francia tiene desplegados a 2 600 soldados en el marco de la misión de que desarrolla allí la OTAN.
Aunque podría haberlo hecho, porque si en abril de 2007 no veía a Francia involucrarse indefinidamente en ese país y un año después decidió enviar más tropas allí, el presidente francés trató el conflicto afgano en los primeros instantes de su intervención habida cuenta de las dudas que despierta en la opinión pública francesa la presencia militar gala en Afganistán. Estas dudas han emergido una semana después de que 10 militares de Francia perdieran la vida en una emboscada de insurgentes Talibán.
En su intervención, Sarkozy volvió a defender la presencia de los soldados franceses en ese teatro de guerra imaginando las perversas consecuencias de una retirada de las tropas de la OTAN. "Abandonemos Afganistán" pero "que nadie venga luego a quejarse del recrudecimiento del terrorismo en el territorio de nuestras democracias", advirtió.