Sarkozy viajará mañana a Dublín para saber las razones del "no" irlandés al Tratado de Lisboa
El presidente francés y presidente en ejercicio de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy, viaja mañana a Dublín para "escuchar" lo que tengan que decir las autoridades irlandesas sobre las razones del 'no' al Tratado de Lisboa expresado por los irlandeses en referéndum el pasado 12 de junio. Las apenas cuatro horas que Sarkozy pasará en la capital irlandesa vienen precedidas del malestar causado por la intención del mandatario galo de que los irlandeses voten de nuevo el texto.
"Los irlandeses tendrán que volver a votar". Esta frase, pronunciada delante de algunos parlamentarios el pasado martes 16 de julio, a menos de una semana de su viaje a Dublín, no ha sentado precisamente bien a los irlandeses, que rechazaron el texto del Tratado de Lisboa por un contundente 53,4%. Así pues, el presidente galo tendrá que esforzarse por aclarar los verdaderos propósitos de su visita, durante la cual se entrevistará con el primer ministro, Brian Cowen.
Además, tendrá encuentros con representantes políticos, sindicales, de la patronal, agricultores y jóvenes, tanto partidarios del 'sí' como del 'no' al Tratado. La oposición laborista, que curiosamente había pedido votar a favor del texto, ha rechazado verse con Sarkozy tras sus polémicas declaraciones. "La idea de que el presidente Sarkozy vendrá a Irlanda para convencernos de cambiar de opinión o a escuchar lo que tenemos que decir dándonos a cada uno tres minutos, es un poco arrogante", se quejaba ayer el líder laborista irlandés Eamon Gilmore.
Consciente de este traspiés, el presidente galo matizaba en una entrevista concedida al 'Irish Times' que viaja a Dublín para "escuchar y comprender las razones del rechazo al Tratado de Lisboa. "He sido uno de los primeros en decir públicamente que había que respetar la decisión de los irlandeses", se defendía Sarkozy, para quien "lo más importante" es aportar una verdadera respuesta a las "inquietudes" de los irlandeses.
El presidente en ejercicio del Consejo confía, en definitiva, en encontrar una solución que "reconcilie" de aquí a diciembre "al conjunto de la familia europea". "Los europeos tienen que saber sobre qué bases elegirán a sus representantes en el Parlamento Europeo en junio de 2009", recuerda.
Independientemente de las propuestas que haga mañana Sarkozy en la capital irlandesa, la presidencia gala de la Unión Europea parece tener diseñado un plan detallado para persuadir a los irlandeses de que bendigan el Tratado de Lisboa.
Se trataría de ofrecerles una serie de garantías, como por ejemplo que mantendrán su comisario en el Ejecutivo comunitario, que la UE no abordará la delicada cuestión del aborto, se respetará su neutralidad militar y que los temas de fiscalidad seguirán sometidos a la regla de la unanimidad. Este paquete de propuestas podrían adoptarse en diciembre para que el Gobierno irlandés pueda a continuación organizar una nueva consulta, según apuntaba el diario 'Le Monde'.