Rafael del Barco Carreras

De hecho llevamos meses en campaña, años diría, ¡siempre están en campaña!, sus guiones televisivos tienen  estilo de campaña permanente. Inmensos equipos de profesionales propagandistas pensando en la réplica a cualquier ocurrencia del contrario. Las audiencias dirimen, y por tanto se fabrican y  lanzarán las premisas y noticias que las encaucen. Es una batalla televisiva, y se ha de gobernar muy mal para que quien domine la Tele, el Gobierno de turno,  pierda las elecciones. Muy mal o con total corrupción.

Dicen las disposiciones:  “Los partidos no pueden difundir propaganda electoral ni realizar actos de campaña electoral entre la fecha de convocatoria y el comienzo de la campaña electoral. Desde el 5 de octubre hasta el 12 de noviembre.”

Sin embargo ningún ciudadano percibe ese silencio. La publicidad encubierta, las repetitivas noticias contra el contrario similares a publi-reportajes creando minutos  subliminales han inundado las pantallas todos estos pasados 30 días. La Noria de Tele 5. Montilla le ha atizado a Mas una inmensa goleada de minutos televisivos. Hasta los Bonos Patrióticos para cubrir la quiebra de la Generalitat  le han salido redondos.

Veremos si el electorado decide por impactos televisivos  o por el desastre, no ya del tripartito, sino a escala nacional. Lo malo es que si pierde Montilla, como debería, gana Mas… y vuelta al corrupto pujolismo.

Últimamente leo La Vanguardia, como no pago se merma el repelús que me producía desde aquel nefasto Feliciano Baratech vendido a Javier de la Rosa. Está crítica con el Poder, al contrario que El Periódico, la voz de la Generalitat. 

Hoy leo  que “Cataluña empieza de nuevo… los partidos afrontan una campaña electoral afectada por la crisis y el drama económico…”

“CIU ganaría las elecciones si se celebraran en este momento…”  publicaba en marzo… demasiado pronto para valorar el impacto  Millet, y sobre el Caso Pretoria que afecta a los dos, mutismo absoluto.

Y  se podría  sacar punta a otra noticia de ayer: “Los ladrones se ceban en las viviendas vacías”.

Dicen que hay unas  80.001 ¡en Cataluña! sin vender, muchas abandonadas o en manos de bancos, y que ahora los vulgares chorizos duerman en buenas mansiones o les arranquen puertas, electrodomésticos o conducciones de cobre, apenas si incide en la economía general.

No es destacable si comparamos con lo robado en  el proceso de construcción de varios millones de viviendas en  la Burbuja Inmobiliaria o gran y total Fraude Piramidal Financiero-Inmobiliario.  De media un piso hipotecado por 30 millones de las antiguas pesetas valía de construcción unos 10 millones. Hipotecas ninja y certificaciones de obras hasta el total vaciado de cajas y caixas, endeudando el País…  la total quiebra. Más que suficiente para barrerlos a todos, Oposición incluida, pues forma parte del latrocinio.

Tratar estas elecciones como un derby  entre Montilla y sus muchachos del  PSC y Artur Mas y la Cataluña de Jordi Pujol, es injusto para los cientos de miles de parados en Cataluña y el desastre financiero  que unos y otros han provocado.

Quizá gane la abstención… y se inicie una “Transición” a la Democracia, ¡ingenuo de mí!