Redacción. Manifestación espontánea el viernes en Madrid que subió varios grados las ya altas temperaturas existentes en la capital de España. Funcionarios que salieron a la calle y que, en señal de protesta, cortaron el ya denso tráfico existente en la zona central de Madrid. En la tercera jornada consecutiva de protestas contra las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno del PP (Reuters)
Enarbolando carteles con tijeras tachadas, los empleados públicos hicieron ver su malestar por los recortes en la céntrica plaza de la Puerta del Sol, ante la sede del gobernante Partido Popular o frente a centros de trabajo como la Consejería Economía de la Comunidad de Madrid, a donde acudieron vestidos de negro.
"Peluquería Rajoy: recorta y toma el pelo", decían algunas de las pancartas de los funcionarios, que han visto reducidos sus días de libre disposición y perdido su próxima paga extra de Navidad en la última hornada de recortes de presupuesto.
El Gobierno anunció el miércoles una batería de medidas para realizar un ajuste presupuestario en los dos próximos años y medio de 65.000 millones de euros, el mayor en la historia de la democracia española, con el fin de alcanzar la ambiciosa meta de reducción del déficit público.
Funcionarios de prisiones, estatales o de la Comunidad de Madrid eran algunos de los manifestantes del viernes, después de que un grupo de policías y bomberos protestara el día anterior ante el Congreso de los Diputados y la sede del PP.
A su vez, esas protestas siguen a la "marcha negra" de los mineros, que tras llegar a pie a la capital desde las cuencas del carbón en el norte de España congregaron el miércoles a miles de personas para marchar por el centro de Madrid.
Las manifestaciones de los mineros se saldaron con varias cargas policiales y 18 detenidos, a diferencia de las protestas de los funcionarios, que se han desarrollado sin incidentes y con escasa presencia policial. Un testigo de Reuters señaló el viernes que alguno de los policías de servicio que supervisaban la protesta expresó su apoyo a los participantes.
Los recortes incluyen reformas tributarias que empiezan por una subida del IVA, así como la reducción de las prestaciones por desempleo, eliminación de empresas públicas o límites al número de concejales en ayuntamientos, entre otros cambios.
Otras medidas que afectan a los empleados públicos son la reducción de los días para su libre disposición (los llamados "moscosos"), facilidades para su movilidad y un ajuste en el número de liberados sindicales.
Analistas consultados señalaron que la nueva dieta a la que someterá la economía española responde a las exigencias de la Comisión Europea tras las concesiones en materia de consolidación fiscal y ayuda al sistema financiero.