Sentido común
Miguel Ángel Guijarro. 10 de Octubre.
El Comité de Competición de la Real Federación española de fútbol debería aplicar de vez en cuando el sentido común. No sé si es mucho pedir pero a veces, las decisiones que toma, carecen de cualquier atisbo de racionalidad. Los 3.000 euros de multa por las bengalas del campo del Espanyol es un insulto a nuestra sociedad ya que se está demostrando que lo que realmente se castiga es la puntería. Si un aficionado tira una botella al campo pero no impacta en el colegiado o en ninguno de sus auxiliares, la sanción es ridícula mientras que si se produce el impacto, los comités entran a degüello a la caza y captura del ‘energúmeno’ que lanzó el objeto.
Todos recordamos las imágenes de Juande Ramos tendido en el suelo en un Betis – Sevilla o las del portero del Athletic, Armando, sangrando en San Mamés. Ahí el peso de la justicia, de los aficionados y de los medios de comunicación fueron implacables contra el agresor, se produjo una auténtica ‘caza de brujas’ para localizar al que lanzó el objeto o a un amigo que le conociera. Todo el mundo quería saber de él, cómo era en su día a día ese monstruo sin darse cuenta de que muchos de los que le crucificaron se dedican permanentemente a desacreditar, a insultar y si pudieran, por qué no, a agredir al árbitro si éste ha tomado alguna decisión en contra de su equipo. Pero como digo, si el objeto no impacta aquí paz y después gloria. Luego eso sí, todos nos echamos las manos a la cabeza cuando ocurre una desgracia. Aquí cómo no ha habido que lamentar ninguna víctima, se corre un tupido velo y se pasa de puntillas por las bengalas e incluso por las declaraciones lamentables del presidente del Espanyol acusando al árbitro de encender la mecha. Seamos serios y prevengamos estas acciones que al paso que vamos nos lamentaremos en breve.