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Diario YA


 

el aguijón

Seso payaso

David Martín. 11 de abril. En un intento por subir la pobre audiencia que tiene en su versión de lunes a viernes, Tele-5 emitió el pasado domingo un especial de “Guerra de sesos” con famosos como concursantes. Quien no conociera de qué trataba el nuevo invento de la tele amiga, podría pensar que iba a ver un derroche intelectual sin igual por parte de los contendientes, pero se quedó con las ganas. No más lejano de la realidad porque esta lucha, convertida en programa de televisión, es tan absurda, tan banal y, en algunos momentos, tan sumamente zafia, además de infantil, que el título más que ser pretencioso suena a coña marinera. Lo que se persigue es demostrar que se sabe más de los tópicos del otro sexo, con equis, que la pareja contraria, aunque para ello haya que hacer el payaso durante tres cuartos de hora.

Los invitados fueron Jordi Rebellón y Santi Millán en el bando masculino, y Milene Domingues y Lorena Berdún en el femenino. Todos demostraron sus destrezas al intentar hacer una cama que se movía sobre un toro mecánico, tararear la banda sonora de “Titanic” o la sintonía de la serie “El equipo A”, aparcar un coche, o desfilar de espaldas por una pasarela. En la mayoría de las pruebas, ellas fueron mejores que ellos, aunque más por demérito intencionado de los varones que por virtud de las chicas. Que la pareja de actores aparcara el coche en batería cuando había que hacerlo en línea con el fin de no ganar a las féminas, que lo aparcaron a más de medio metro de un supuesto bordillo, no tiene otra explicación. Si la cosa era divertir, que lo era, lo estaban consiguiendo. Otra cosa es que se logre el mismo efecto con personas sin reconocimiento público ni tanto sentido del humor como derrocha Santi Millán.

Si las pruebas eran más sencillas que el mecanismo de un botijo, el cuestionario al que sometieron a los participantes tampoco tuvo desperdicio. Pregunta para ellos: ¿Qué es lo que cae primero al cascar un huevo? Una cosa es que no se hagan preguntas cuya respuesta requiera de la lectura de alguna tesis doctoral, pero otra muy distinta es que sean como la adivinanza del oro parece plata no es. No se pierdan las posibles respuestas que ofreció el programa: yema, clara, las dos al tiempo o, atención a lo que viene, los huevos no se pueden cascar. Me desternillo. Ni Arguiñano echando perejil al flan con nata. Pregunta para ellas: ¿Qué hace el perro antes de defecar? Entre las posibles soluciones, allí se encontraba la de limpiar la taza. Si, señor. Como “Pacho”, el perro de la Primitiva, capaz de ir a sellar el boleto y dejar a su dueño con una mano adelante y otra atrás cuando resulta premiado. Por favor que le den un premio al autor de tanta agudeza, aunque sea a la estupidez. Los guionistas del invento aún deben estar con pastillas por el dolor de cabeza que les debió provocar semejante disertación.

El presentador de este espacio, como no podía ser de otra manera, es el omnipresente Jesús Vázquez. El chico para todo de Tele-5, que lo mismo presenta un concurso, que un reality, que... “Guerra de sesos”. Una persona que en este tipo de programas se desenvuelve como nadie y da al espacio un toque distinto que nadie es capaz de dar, pero que la cadena explota en demasía y al que corre el riesgo de quemar. Vázquez cuenta con la colaboración de la ex gimnasta Almudena Cid, encargada de salir a la calle y preguntar sobre un tema determinado para que luego los concursantes digan cuál creen que ha sido la respuesta mayoritaria. Ambos hacen lo que pueden en un programa de patio de colegio, pero que se aleja de lo habitual en la sobremesa televisiva. Poco seso y mucha payasada, que al menos nos permite alejarnos del morbo no menos payaso. Dentro de lo malo, bienvenido sea. 

 

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