SEVERINO AZNAR, EL PADRE ANTICAPITALISTA DE LA SOCIOLOGIA ESPAÑOLA
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José Luis Orella
Nacido el 10 de febrero de 1870 en el pueblo aragonés de Tierga, verdadero nido de águilas de las estribaciones montañosas y fallecido en 1959. Aznar fue de extracción campesina, nacido en el entorno de una familia religiosa y militante en el carlismo, movimiento predominante en la montaña aragonesa. La vida en el campo le enseñó a vivir siempre con sobriedad y religiosidad. Entre 1883 y 1893 estudió Humanidades, Filosofía y Teología en el seminario de Zaragoza, empezando a escribir con diecinueve años en el semanario El Mercantil de Aragón. Sin embargo, la censura liberal de la época restauracionista le obligó a exiliarse en Francia. Entre muchas penalidades, consiguió establecerse como profesor de español y redactor en un periódico galo. No obstante, en 1903, decidió volver a España, bajo el gobierno del conservador Antonio Maura. Desde las páginas de la prensa defendió al obispo de Valencia, Nozaleda, quien fue acusado por la izquierda de haber colaborado con los norteamericanos en las Filipinas arrebatadas a España en 1898, donde prosiguió como arzobispo de Manila bajo la dominación estadounidense. Aznar desde la prensa y Maura en el parlamento fueron los únicos que defendieron al clérigo de las acusaciones de antipatriota por parte de la izquierda liberal.
En 1906, Severino Aznar funda la Paz Social, un organismo que servía para estimular la fundación de sindicatos católicos agrarios y cajas rurales para su financiación, elemento dominante en el catolicismo social español. En 1914, su interés por la justicia social le llevó a ser asesor social del Instituto Nacional de Previsión, fundado por Antobio maura, donde desarrollará una gran labor defendiendo las reivindicaciones de la clase obrera y denunciando las críticas situaciones en que se encontraban algunos trabajadores. En 1910 fue candidato carlista por Daroca (Aragón), siendo su única participación activa en el mundo representativo político. En 1921, conquistó la cátedra de Sociología de la Universidad Central, jubilándose en 1940, alcanzando un agran autoridad en su disciplina. Entre sus discípulos se pueden contar con los famosos Joaquín Ruiz Giménez, Jesús Pabón y Eulogio Palacios. Después, entrará miembro en la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas, y emprenderá numerosos viajes, participando en congresos, como los Congresos Mundiales de la Población de Ginebra de 1927 y Roma de 1931, donde defendió las ideas de la Iglesia contra las propuestas malthusianas reduccionistas de población de los liberales.
Severino Aznar, fue el primer representante en España de las enseñanzas del catolicismo social del cardenal Mercier, el único delegado español en los congresos católicos de Malinas, transmitió las nuevas orientaciones sobre Justicia Social a través de numerosas publicaciones como: El catolicismo social en España de 1906, La cruzada sindical de 1903, La acción social agraria en Navarra de 1916, El subsidio de maternidad de 1923, El retiro del obrero y la agricultura de 1925, La familia como institución básica de la sociedad de 1926 y El Pensamiento social de Vázquez de Mella de 1934. Por su labor profesional será recompensado con la Medalla de Oro del trabajo y honrado con la nominación de Officier de la Couronne de Belgique por su relación con el Centro del Catolicismo Social de Malinas.
Su preocupación social le llevará a fundar la página social en el periódico El Correo Español, órgano oficial del carlismo, y primera hoja periodística que se dedicaba en España a este tema concreto. También fundó la biblioteca Ciencia y Acción para la propagación del Catolicismo Social. Pionero en este tema, su interés procede del obispo de Tarazona, Salvador y Barrera, quien en 1904, le inculcó las primeras ideas del catolicismo social surgido en Bélgica y Alemania. Aunque, su entrega a los asuntos sociales le apartó de las actividades políticas del carlismo. Su posterior adscripción al grupo Democracia Cristiana, no tuvo el sentido político que se le invoca actualmente por los partidos políticos surgidos con este nombre después de la Segunda Guerra Mundial. Su concepto de ser democristiano provenía de los pioneros del catolicismo social. Para él, el término de democracia cristiana significaba en aquel momento: “la acción de los católicos encaminada a la difusión teórica y a la incorporación práctica de los principios sociales del catolicismo a las costumbres, a las leyes y a las instituciones procurando la justicia social para todos, y de un modo especial la elevación social, económica y moral de las clases menospreciadas y necesitadas”.
En 1919, la fundación por Severino Aznar del grupo Democracia Cristiana, agrupó a diferentes intelectuales carlistas aragoneses, en su mayor parte, que se dedicaron a la difusión del catolicismo social con independencia de siglas políticas. Durante la dictadura del general Primo de Rivera, perteneció a su partido político Unión Patriótica y formó parte de la Asamblea Nacional Consultiva, que intentaba instaurar un régimen corporativo en España. En la Guerra Civil, a pesar de su edad, sirvió de director general de Previsión Social en el ministerio de Organización y Acción sindical de Pedro Gonzàlez Bueno, en el primer Gobierno Nacional de 1938, debiéndosele la Ley de Subsidios familiares. Sin embargo, en el ámbito familiar perdió a tres de sus cuatro hijos varones durante el conflicto, Jaime, Rafael y Guillermo fueron junto a su hermano Agustín, el más conocido por ser jefe de la Primera Línea de FE-JONS, miembros de primera hora de la Falange joseantoniana. El Papa le recompensó por su labor pionera en el catolicismo social español con la Gran Cruz de la Orden de San Silvestre. Es reconocido como el padre de la sociología española.