Si hablan bien de alguien o algo los media del sistema, mala señal (y viceversa)
Manuel Morillo. 20 de abril. Cuando los medios de comunicación serviles con el sistema hablan bien de alguien, o de algo, con una cierta asiduidad, hay que ponerse en guardia.
Señal de que la persona o ideología, o las posiciones que defiende son malas.
Esto que puede parecer una "boutade" no es tal sino que es una consideración "científica" tanto en cuanto que es "empírica" puesto que el suceso al ser reproducido infinitas veces siempre tiene el mismo resultado.
Un ejemplo paradigmático, que por su notoriedad y cercanía en el tiempo todos podemos recordar lo tenemos en Obama
En su alabanza había unanimidad, desde El Mundo hasta el País, desde TVE hasta La Sexta, desde González Pons hasta Pepiño Blanco. Pues bien, nada más ser nombrado presidente Obama, a pesar de la situación de grave crisis social y económica con que recogió el país, su primeras preocupaciones y acciones fueron la derogación de anteriores vetos presidenciales y el impulso de políticas abortistas, de manipulación de embriones, etc...
Lo mismo podemos decir de los políticos españoles, escritores, pensadores, películas, eclesiáticos, etc... Si tienen el beneplácito de los media al servicio del Discurso Cultural Dominante, a poco que se rasque enseguida podemos ver a un enemigo de los valores que configuran el Orden Natural y el sentido transcendente de Hombre. Es tan evidente que los ejemplos a todos se nos agolpan en la memoria.
A sensu contrario, aunque no siempre y con la misma seguridad que el anterior aserto, con mucha frecuencia, si hablan mal de un pensador, un filósofo, un político, probablemente se trate de alguien que defiende los postulados que corresponden con la civilización cristiana.
A título anecdótico, el signo definitivo de que con la Madre Teresa de Calcuta nos encontrabamos ante una santa, a pesar de haber recibido el Nobel, fue la campaña de desprestigio con que se le acosó desde la BBC, el medio por antonomasia que sirve los intereses del NOM.
Aunque, desde hace un tiempo, la consigna para estos casos es el silencio, la muerte civil y mediática del individuo o la idea contraria a la postura "progre".
Esta tesis es especialmente evidente en el campo de la política con los partidos que representan una alternativa en España a la partitocracia, diestra y siniestra, del sistema.
Es de salud pública predisponerse en contra de lo que alaben los medios del citado Discurso Cultural Dominante e interesarse por las ideas y organizaciones alternativas que estos medios censuran.