Sijena: la anécdota llevada a categoría
Luis Losada Pescador
La Audiencia Provincial de Huesca -Huesca también existe- confirma la sentencia de primera instancia: los bienes artísticos deben de regresar del museo de Lérida a Sijena (Huesca). La sentencia de primera instancia fue ignorada durante años por el gobierno catalán. Aprovechando el 155, Sijena pide la ejecución de sentencia al nuevo consejero de Cultura, el ministro Méndez de Vigo.
El ministro titubea, pero no le queda de otra que acatar el fallo judicial. Así que el museo de Lérida -o Lleida si prefieren- recurre. Y pierde. La Audiencia confirma el fallo. Ahora, Houston -o Moncloa- tenemos un problema. Hay que cumplir y acatar la sentencia.
La tentación es alargar el plazo de ejecución hasta al menos el 21 de diciembre. ¿La excusa? Hay que catalogar los bienes y asegurar que el traslado se realiza en condiciones adecuadas. Entre tanto, confiar que el asunto escampe, salga de agenda y no me vuelvan a preguntar por el tema... Tras el 21D, el gobierno será interino en Cataluña y luego serán otros los que tengan que gestionar esa patata caliente. Doble contra sencillo a que será el curso de los acontecimientos.
Sijena se sólo una muestra del modo de proceder de un gobierno que aspira a pasar de puntillas por los problemas, evitando salpicaduras y ‘líos’. La convocatoria electoral temprana pretende eso: evitar desgaste y que el desaguisado lo arregle otro. ¿El que lo ha creado?
Por eso Méndez de Vigo se permite afirmar que no hay problema de adoctrinamiento en la escuela catalana, sino “casos aislados”. Y metidos a excesos verbales llegó a afirmar que el gobierno vería con “agrado” la candidatura de Puigdemont. Ahora que ‘Puchi’ pretende reclamar su derecho a hacer campaña en Cataluña “en igualdad de condiciones” se indigestará con sus palabras. Con lo mono que se está calladito…
Lo más increíble es que a pesar de que Defensa -por fin- incorpore las ‘fake news’ como amenaza a la seguridad nacional, el gobierno no se haya enterado de que la guerra es “retórica”. O “híbrida”, como dicen en Defensa. Es decir, es una guerra de comunicación donde gana quien tenga un relato. Y donde hay enemigos, no adversario. Mariano, bienvenido al siglo XXI…
Mientras Puigdemont ha organizado un ‘real show’ en formato teleserie, en Moncloa permanecen anclados a la Abogacía del Estado. Cosas serias frente a disparates. Cierto. Sólo que en Justicia la clave está en tener la razón y que te la den. Y en política la clave -igualmente- está en tener la razón y que te la ‘compren’. Y es muy difícil que alguien ‘compre’ lo que no se ‘vende’… De nada. Son 10.000.
El anzuelo del pescador
• Suicidio coletero. Iglesias está empeñado en suicidarse. Cuando la desafección con sus bases es mayor y no se podía tocar fondo, profundiza en la grieta presentando el recurso ante el Constitucional contra el 155. ¿A quién le sirven los previsibles votos particulares de los magistrados nacionalistas?
• PSOE se apunta al suicidio. El suicidio de Podemos es tan evidente que el PSOE se cree poderse permitir sumarse al suicidio en pequeño avalando la Hacienda federal propuesta por Icta y tachada de “desastre” por los inspectores.
• Socializar la deuda. Y ya puestos, el gobierno se plantea socializar la deuda de las CCAA mediante una quita total de 157.000€. ¿Y la responsabilidad fiscal?, ¿y el daño moral?
• La ruina secesionista. El turismo extranjero en Cataluña cae un 5% por el ‘process’. La venta y el alquiler de viviendas también se derrumba. ¿Pobres, pero independientes?