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Diario YA


 

muchos han recordado la fecha y se han acercado a este sacrosanto lugar

Sin convocatoria previa, la basílica se llenó el 20-N

Más de un millar de personas han abarrotado la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos el domingo 20 de noviembre, recordando las muertes de Franco y José Antonio. Sin convocatoria previa, muchos han recordado la fecha y se han acercado a este sacrosanto lugar.

La celebración, con toda la solemnidad propia de la orden benedictina, ha sido acompañada por los cantos de la escolanía.

El abad mitrado, Dom Anselmo Álvarez, ha pronunciado una homilía muy pensada y medida, de gran calado pastoral y litúrgico. En primer lugar, ha agradecido la presencia de tanta gente que quería orar por Franco y José Antonio en el aniversario de sus muertes. Oración que ha se expresado litúrgicamente en el memento de difuntos, tras la Consagración.

Después, el Abad se ha referido a la celebración litúrgica del día, la Realeza de Cristo, Cristo Rey, tan sentido entrañablemente por muchos de los asistentes, según ha dicho él mismo. Cristo Rey tiene toda la potestad sobre las cosas de este mundo y ya vemos el terrible fracaso de cuantos han querido hacer un mundo al margen de Dios. De quienes han convertido al pueblo en una masa que sólo se utiliza para votar y pagar impuestos. Por contra, el Reinado de Cristo, que ha de hacerse realidad en nosotros, viviéndolo, nos incita a construir una sociedad de amor, servicio, solidaridad, bien y paz. Hay que rezar y procurar que las cosas vuelvan a ser como lo fueron en otro tiempo, con leyes según la ley de Dios.

Al término de la celebración se renovó la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, resaltando su Realeza.

Las sobrias tumbas de Franco y José Antonio se vieron adornadas de flores.