Solo Hilary Clinton se acordó de Juan Pablo II
La Lupa del YA. Todo fueron agradecimientos para las diferentes personas que intervinieron en la caída del muro, durante las celebraciones en Berlín del vigesimo aniversario. Y todas se lo merecen. Pero solamente la secretaria de estado de Estados Unidos, Hilary Clinton, se acordó del más importante de todos. El Papa eslavo, Juan Pablo II.
Y que mejor que recordar lo que en su día dijo Lech Walesa, ex presidente de la República de Polonia:
"Estoy seguro de que, entre todos los líderes de la historia, Su Santidad Juan Pablo II ocupa un lugar especial. No sólo porque es el jefe espiritual de muchos de miles de católicos, sino también porque es Vicario de Cristo.
En su primer viaje a Polonia, el Santo Padre nos dio tres sencillas indicaciones: "Vivid en la verdad", "No tengáis miedo", "Cambiad el rostro de esta tierra"… Aquella semilla plantada en la tierra polaca dio como fruto el nacimiento de los primeros sindicatos libres en un país comunista, y contribuyó, sucesivamente, a la libertad de Polonia, así como a la de toda la Europa del Este, con la caída más general del comunismo.
Alguien ha dicho que ésta ha sido la respuesta justa a la pregunta de Stalin, que había preguntado riéndose: "¿Cuántas divisiones militares tiene el Papa?". En efecto, no tenía ni una, pero la "palabra que se convierte en sustancia ha sido capaz de cambiar el destino de países e imperios… Así, pues, si preguntáis quién es el autor de la independencia polaca y de la caída del Muro de Berlín y del imperio soviético, la respuesta es una sola: Juan Pablo II. Sin él todo esto no habría sucedido nunca. Él ha activado la reacción en cadena de la que somos testigos".