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guerra, sequía, hambre y pobreza

Somalia: El peor escenario posible

Redacción Madrid. 16 de septiembre. Al menos 838 somalíes han muerto desde el pasado mes de junio como consecuencia del conflicto armado que mantienen el Gobierno central y la insurgencia en el país, elevando la cifra de víctimas hasta las 9.474 durante el último año, según denunció hoy el Elman Peace Center (Centro para la Paz Elman).

   El deterioro de la situación debido al creciente número de ciudades que han sufrido enfrentamientos armados, el recrudecimiento de la lucha en Mogadiscio, la sequía "crónica" que ahoga a los somalíes y el creciente número de desplazados, coloca la crisis de Somalia entre las peores del mundo en términos humanitarios, según denunció hoy también el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

   "Hemos registrado la muerte de 838 civiles desde junio hasta hoy", indicó el director de la ONG somalí Elman Peace Center, Yasin Ali Gedi, quien añadió que otras 1.329 personas habían resultado heridas durante el mismo periodo. "Cincuenta y cinco personas, todos ellos trabajadores humanitarios excepto dos que eran periodistas, han sido secuestradas en ese tiempo", informó en una entrevista a Reuters.  

   En el mismo periodo, más de cien mujeres denunciaron su violación y decenas de miles de familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares, elevando la cifra de desplazados por encima del millón. Además, diversas agencias humanitarias han alertado en los últimos meses de que la creciente violencia está dificultando gravemente el acceso de sus trabajadores a las zonas más necesitadas de ayuda.  

   Debido a la inseguridad con la que trabajan las agencias humanitarias el reparto de la ayuda humanitaria es cada vez más difícil y algunas organizaciones han retirado a todos sus trabajadores del país. La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció el pasado mes de mayo el cierre de todas sus actividades médicas y de nutrición para personas desplazadas que viven en las afueras de Bossaso, en el norte del país, debido al secuestro de dos de sus trabajadoras humanitarias, una de ellas española, el pasado mes de diciembre.  

   "La sequía crónica está empeorando la situación", indica el comunicado emitido por el CICR. "El coste de la vida ha aumentado, dejando a muchos sin posibilidad de comprar alimentos u otros bienes esenciales", añadió. Además, según el CICR, cientos de familias desplazadas a diversas regiones del país sobreviven con menos de una comida al día y tienen que gastar sus escasos ingresos en adquirir agua potable.  

   Según el último informe de Naciones Unidas, publicado en agosto, el precio del agua ha aumentado entre un 300 y un 1.000 % en lo que va de año, colocando a este país del Cuerno de África en la peor situación humanitaria de los últimos 17 años. El número de somalíes que necesitan ayuda humanitaria creció en un 77 por ciento desde enero, hasta los 3,2 millones. La escasez de lluvias, el aumento en el precio de los alimentos, la devaluación de la moneda, unidas al recrudecimiento del conflicto armado son las razones principales de esta situación.  

   El acuerdo de paz firmado el mes pasado entre el Gobierno y algunos partidos de la oposición en junio ha tenido un resultado poco efectivo sobre el terreno y los 2.200 soldados ugandeses y de Burundi desplegados por la Unión Africana no han sido suficientes para controlar el caos creado. El pasado domingo dos soldados ugandeses murieron como consecuencia de dos atentados perpetrados el domingo y el lunes en Mogadiscio.

   Además, la milicia Al Shabaab anunció que no permitirá el aterrizaje de ningún avión en el aeropuerto de la capital desde la medianoche de hoy. Además, esta organización islamista, que según Washington mantiene fuertes lazos con Al Qaeda, parece haber aumentado sus ataques y ampliado sus objetivos desde que Estados Unidos la incluyese en la lista de grupos terroristas elaborada por el Departamento de Estado norteamericano.

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