Redacción Madrid. 3 de febrero. La confianza del consumidor se incrementó en 1,2 puntos en enero respecto al mes precedente, hasta los 50,1 puntos, tras el repunte de dos décimas experimentado en diciembre y que llevó a este indicador hasta los 48,9 puntos, según el índice que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que pone de manifiesto la percepción de los consumidores de que la situación económica "ha tocado suelo".

   El indicador subió en enero debido principalmente a la mejora del indicador parcial de expectativas, que registró un incremento de tres puntos, mientras que el indicador parcial de la situación actual retrocedió en 0,6 puntos.

   Con respecto al mismo mes del año anterior, la confianza del consumidor cayó 20,8 puntos, mientras que las expectativas bajan 12,9 enteros y la percepción de situación actual se desploma en 28,6 puntos, lastradas especialmente por la expectativa del empleo, que empeoró en 47,4 puntos.

   Según el presidente del ICO, Aurelio Martínez, este comportamiento se explica por la caída de la inflación y de los tipos de interés, si bien advirtió de que el indicador sigue con una "tendencia lineal" en niveles muy bajos y no permite anticipar "ningún tipo de recuperación de la demanda" en los próximos meses.

   Asimismo, destacó que la estadística puede reflejar "la impresión de los consumidores" sobre las medidas adoptadas por el Gobierno contra la crisis, aunque sus efectos positivos "no se han desplegado por completo". No obstante, matizó que el repunte de la confianza durante enero se ha dado en muchos países del entorno europeo, así como en Estados Unidos. "No es un hecho aislado", admitió.

   En este sentido, Martínez, explicó que los consumidores piensan que de aquí a seis meses tanto la situación de los hogares, como la del país e incluso la del paro, mejorarán. Respecto a este último, recordó que el indicador está en un "nivel mínimo" de la serie histórica, en los 13,9 puntos. "No puede bajar más", recalcó. Las más optimistas siguen siendo las personas de entre 26 y 44 años, así como aquellas de franja de renta más bajas y más alta.

   Los encuestados prevén un empeoramiento en la evolución de los precios, pese al descenso de la inflación, que Martínez achacó a que los ciudadanos "tienen interiorizado un nivel inflación estructural" de la economía española.

   No obstante, precisó que el repunte en las previsiones de ahorro y el empeoramiento en sus perspectivas de consumo de ahorro duradero son consecuentes y lógicas con la situación económica actual. Con respecto a enero de 2008, las expectativas sobre inflación y evolución de tipos de interés se han "reducido sensiblemente", así las de ahorro y compra de bienes duraderos.