Taiwán denuncia que China desafía el orden internacional con las maniobras militares
5 de agosto de 2022.- Tras la reciente visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la República de China (Taiwán), la consiguiente reacción intimidatoria y amenazante de China iniciando maniobras militares alrededor de Taiwán desafía el orden internacional y perturba la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y en toda la región.
En particular, y como respuesta ante la visita de Nancy Pelosi, el ejército de China ha iniciado ejercicios militares con fuego real durante tres días (del 4 al 7 de agosto) en seis zonas alrededor de Taiwán, represalias que, además de aislar a la isla de Taiwán, han tenido un grave impacto en el comercio internacional y el orden internacional basado en reglas.
Nancy Pelosi, tercera autoridad de EE UU, que se encuentra de gira por Asia, aterrizó en Taiwán el 2 de agosto con el objetivo de mostrar su apoyo y profundizar en la cooperación bilateral entre EE UU y Taiwán, demostrando una vez más el compromiso "sólido como una roca" de EE UU hacia Taiwán y sus 23,5 millones de habitantes.
Durante su estancia de dos días en Taiwán, Nancy Pelosi se ha reunido con la presidenta de la República de China (Taiwán), Tsai Ing-wen, y ha sido recibida también por el presidente en funciones del poder Legislativo, además de encontrarse con destacados activistas pro derechos humanos.
En sus declaraciones durante su estancia en la isla, Pelosi ha expresado el “compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán”, ha insistido en que EE UU “no abandonará Taiwán” y se ha mostrado orgullosa de la “amistad duradera” entre ambos países. En un momento en el que el mundo se divide entre la autocracia y democracia, “la solidaridad de EE UU con Taiwán - ha dicho - es más importante que nunca”.
La presidenta de la Cámara de Representantes ha subrayado además que las conversaciones mantenidas con los líderes taiwaneses reafirman el apoyo de EE UU a Taiwán y promueven “nuestros intereses compartidos, incluido el desarrollo de la región de Indo-Pacífico libre y abierta”.
Las represalias de China por la visita van de lo militar y diplomático hasta lo económico, puesto que el gobierno chino ha anunciado la prohibición a las importaciones de, hasta la fecha, más de un centenar de productos de múltiples empresas de alimentación de Taiwán.
Todo ello es una prueba más de la actitud dictatorial de Pekín y de sus ya habituales amenazas a Taiwán, con las que busca socavar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. Y demuestra la necesidad de que la comunidad internacional tome conciencia de que hay que pararle los pies a la expansión hegemónica de China.
En tal sentido, el G7 y la Unión Europea han afirmado en un comunicado conjunto su “compromiso compartido” de mantener el orden internacional basado en reglas, así como “la paz y estabilidad a través del Estrecho de Taiwán”, subrayando que no existe justificación para usar una visita como pretexto para una “actividad militar agresiva” y pidiendo a China que detenga las maniobras militares.
Por su parte, durante una reciente visita a Taiwán del 19 al 21 de julio, la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Nicola Beer, ya se pronunció con rotundidad acerca de las amenazas de China contra Taiwán, diciendo que “no hay lugar para la agresión china en el Taiwán democrático". La vicepresidenta lamentó desde Taiwán que Europa haya llegado tarde a Hong Kong y aseguró que “no llegará tarde a Taiwán”, insistiendo en que es hora de que Europa apoye a Taiwán, porque ambos somos miembros de una "familia de democracias".
En contra de lo argumentado por Pekín, la visita de Nancy Pelosi a Taiwán no afecta en absoluto a la soberanía e integridad territorial de China ni constituye ninguna “provocación política”, puesto que Taiwán es un país independiente, soberano y democrático, y nunca ha sido parte de la República Popular de China. Tal y como ha expresado la presidenta Tsai Ing-wen, la República de China (Taiwán) y la República Popular de China no deben subordinarse entre sí y el futuro de la República de China (Taiwán) solo puede ser decidido de acuerdo con la voluntad de los propios taiwaneses.
Esta es la primera vez en 25 años que una delegación del Congreso de Estados Unidos encabezada por un presidente de la Cámara de Representantes de EE UU visita Taiwán, tras la visita en abril de 1997 del entonces presidente de la Cámara, Newt Gingrich.