Siguiendo fiel a su estilo editorial, ACTAS continúa editando libros de primer nivel histórico y político. En esta ocasión de la mano del periodista Xavier Horcajo, 289 páginas nos adentran en un thriller político que toma el nombre de la Guerra de Invierno entre Finlandia y la Unión Soviética en los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial.

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Su protagonista es un malagueño que se asomó por curiosidad al comunismo, pero esta ideología lo arrasó. Acabó con lo más preciado de su vida de la forma más inhumana. Él juró combatirlo en una desigual pelea a muerte. El envido genera emociones, suspense y estremecimiento porque el régimen soviético estaba despojado de todo freno moral. Tras el sádico Stalin, el vengativo Lenin o el suspicaz Trotsky se escondían locos y asesinos a gran escala. Nuestro protagonista, Jerónimo Espinosa, consiguió su venganza en las frías tierras finlandesas, que Stalin decidió invadir en noviembre de 1939 y donde sufrió un desastre militar que solo tenía antecedente en la Guerra Civil española de 1936-1939. Esta novela va especialmente dedicada a los jóvenes españoles que defienden la idea del marxismo, el leninismo, el estalinismo o el trotskismo sin estar bien informados de lo que esas ideas causaron a los soviéticos y a los españoles antes y durante la Guerra civil, cuando aquí se veneraba a Stalin. Incluso en la tranquila Finlandia, después de que el Ejército Rojo la invadiera salvajemente por capricho del Gran Dictador rojo. Las peripecias del protagonista ofrecen razones, datos ciertos y objetivos, dignos de ser tenidos en cuenta antes de ponerse etiquetas incómodas.

El autor

Xavier Horcajo (Barcelona, 1958) periodista y economista, reconocido por libros que denuncian la corrupción político-económica y por otros más relacionados con la economía española y latinoamericana, se introduce en el género narrativo con el relato de un español atropellado por el comunismo, lo que le da pie a rescatar innumerables detalles poco difundidos sobre los principales líderes soviéticos —en especial Stalin— y la dislocación de valores, así como el dolor que produjeron no sólo en la Unión Soviética, sino también en España o Finlandia.