Taro Aso ordena al Gobierno que garantice la seguridad nacional
Redacción Madrid. 5 de abril. El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó hoy que el lanzamiento de un misil de largo alcance por Corea del Norte es un acto "provocador" y aisla aún más a ese país. En un comunicado emitido desde Praga, donde se encuentra como parte de una gira por Europa, Obama, que hoy propondrá en un discurso una iniciativa para eliminar las armas nucleares del mundo, aseguró que el lanzamiento norcoreano es "una amenaza contra la región norasiática y contra la paz y la seguridad internacionales". "Con este acto provocador, Corea del Norte ha hecho caso omiso de sus obligaciones internacionales, ha rechazado los llamamientos a la calma y se ha aislado aún más de la comunidad internacional", ha declarado Obama.
El Gobierno estadounidense, consultará "de inmediato" con sus aliados en la región, incluidos Japón y Corea del Sur, para presentar el incidente ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que se reúne hoy con carácter de urgencia. "Insto a Corea del Norte a respetar por completo las resoluciones de Corea del Norte y evitar cometer más acciones provocadoras". Obama reitera que impedir la proliferación de armas de destrucción masiva y sus medios de lanzamiento es "una gran prioridad" para su Gobierno.
Corea del Norte lanzó el misil de largo alcance a las 11.30 hora local(02.30 GMT) del sábado, que sobrevoló Japón sin causar daños y cuya primera fase se precipitó al mar, según informó el Gobierno nipón.
El Ejecutivo surcoreano ha afirmado que Corea del Norte parece haber lanzado un satélite de comunicaciones, como había informado previamente, y no un misil, como se temía, pero aseguró que esta prueba es una "provocación".
El régimen comunista de Pyongyang comunicó el pasado 12 de marzo a la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) y la Organización Marítima Internacional (OMI) que entre los días 4 y 8 de abril lanzaría un satélite de comunicaciones Kwangmyongsong-2 como parte de su programa espacial con fines pacíficos.
Seúl, Tokio y Washington definen la prueba norcoreana como una violación de la resolución 1718 del Consejo de Seguridad de la ONU, que insta a Pyongyang a abandonar las pruebas de armas nucleares y con misiles balísticos, así como el desarrollo de ese armamento.
El ministro de Defensa surcoreano, Lee Sang-hee, y los jefes del Ejército acordaron emprender un encuentro del llamado "Comité de Control de Crisis" y dieron la orden a sus 655.000 fuerzas militares para que estén preparadas ante cualquier posible provocación.
Así, todos los comandantes tomaron sus puestos para custodiar la frontera intercoreana, que se extiende a lo largo del paralelo 38 y es la más vigilada del mundo.
En Tokio, el primer ministro japonés, Taro Aso, ordenó hoy al Gobierno nipón que garantice la seguridad dentro de su territorio y convocó para esta tarde una reunión de sus ministerios encargados de seguridad, entre ellos Exteriores y Defensa.