La fecundación in vitro es una técnica de reproducción asistida que consiste en la inseminación de un óvulo con un espermatozoide fuera de la matriz.
La fecundación in vitro puede efectuarse con el óvulo y el esperma de una pareja, con un óvulo propio y semen de un donante, con un óvulo donado y el semen propio, o con semen y óvulos pertenecientes de personas donantes.
Hemos podido oír hablar de la fecundación in vitro con óvulos donados últimamente en los medios. En una población envejecida como es la población española es cada vez más frecuente encontrar a mujeres maduras en clínicas de reproducción. En España, aproximadamente el 20% de los ciclos de fecundación in vitro se realizan con óvulos donados.
Datos de los estudios realizados
Recientes estudios realizados en el Hospital el Ángel de Málaga, en el Área de Reproducción, el 68% de las mujeres que acuden demandando tratamientos de reproducción in vitro tienen más de 35 años. Está científicamente demostrado que, a partir de esta edad, la fertilidad disminuye aproximadamente en un 9% de manera anual.
A pesar de los tratamientos a los que se someten y los requisitos que deben cumplir las mujeres donantes de óvulos, más de un 35% de los óvulos de las mujeres jóvenes padecen algún tipo de alteración que imposibilita su desarrollo (hecho que se acrecienta con la edad).
Así mismo, las mujeres mayores reducen progresivamente sus posibilidades de gestar un embrión viable incluso en los casos de donación de óvulo.
La donación de óvulos puede entenderse como una medida paliativa ante los problemas de reproducción que sobrevienen del envejecimiento de la población y del aumento de la edad media, tanto en hombres como en mujeres, del matrimonio, pero no es una técnica que asegure el embarazo y muchas veces los tratamientos pueden prolongarse en el tiempo para lograr el objetivo de la maternidad.
En la actualidad existen tratamientos complementarios o paralelos que se utilizan acompañando a los tratamientos de reproducción asistida, como la fecundación in vitro, en forma de fármacos que estimulan o alteran los ciclos hormonales y las fases del ciclo ovárico.
Estos tratamientos, según los estudios realizados, han incrementado la efectividad de los tratamientos de fecundación in vitro, dando la posibilidad a mujeres, tanto jóvenes como maduras, de tener descendencia propia.
La comunidad científica confía en que el desarrollo de los estudios que se están realizando en la actualidad con células madre sean el primer paso para dejar a un lado los tratamientos de fecundación in vitro con óvulos trasplantados, pudiendo realizar óvulos propios a partir de otras células del organismo femenino, acabando así con los problemas de escasez de óvulos a los que nos enfrentamos, fruto del, ya mencionado anteriormente, envejecimiento de la población.