This is it
Victor Alvarado
Hace unos días fue el primer aniversario de la muerte del mito del pop y es que cuando uno piensa en un grande o en un famoso, sea cual sea su profesión, se imagina que va a tratarse de una persona agresiva, prepotente, distante e inaccesible. Sin embargo, con el visionado del documental This is it (2009) sobre Michael Jackson, descubrimos la humanidad del rey del pop. Sorprende comprobar la delicadeza con la que Jackson corregía a sus compañeros de trabajo. La comunicación entre el cantante y los bailarines resultaba fluida. Se desenvolvía con naturalidad con sus colaboradores como si fuera uno más
Además, para este artista, Dios formaba parte de su vida, no renegando en ningún momento de la realidad trascendente del hombre. Una realidad que, en pocas ocasiones, demuestran sus compañeros de profesión, aunque no es la excepción. De sus comentarios se deduce su profundo amor por el ser humano y la naturaleza.
Cambiando del tema, este largometraje deja entrever la dedicación y el esfuerzo que requiere un reportaje de esas dimensiones.
Los que disfruten con los musicales, van a encontrar la construcción de un espectáculo, que bien podría considerarse un musical en toda regla, dada la calidad de los números de baile de este documental y el buen montaje por parte del director. Todo ello, a pesar de recoger, simplemente, una serie de ensayos previos a su gira, que se vio frenada como consecuencia del desgraciado fallecimiento de la estrella.
Por otra parte, se percibe la mano de un especialista en musicales como Kenny Ortega, conocido por las cinta de High School Musical. El cineasta consigue engancharte desde el primer minuto con testimonios de personas que trabajaron con MJ. El realizador es capaz de crear el equilibrio necesario entre los números musicales y los comentarios del mito. El éxito de esta producción provocó que se alargase su permanencia en la cartelera, pues, en principio, sólo iba a proyectarse durante dos semanas.
Cualquier aficionado al pop que se precie, no puede quedarse impasible ante el ritmo y las dotes artísticas de este genio. Sorprende el oído musical de Jackson que detectaba la más mínima imperfección.
Por último, nos quedamos con el guiño al cine negro que se hizo al recordar el videoclip de Smooth Criminal.