Miguel Ángel Gutiérrez. El “ Invictus de Parla “, también llamado el “Papandreu de Parla” (él y su sucesor Fraile han generado un volumen de deuda solo con proveedores de 221 millones de euros) tiene una característica que le hace ideal para sus adversarios, pues convierte en oro todo lo que critica. Ejemplos: ataca a Esperanza Aguirre y esta le pega un rapapolvo en las elecciones de los que hacen época; ataca al Rey y desde entonces empieza a recuperar prestigio; ataca a la Iglesia y Rouco se frota las manos; ataca a Ignacio González y este se sabe ya consolidado y, no contento, termina atacando al mismísimo Dios, provocándole la preciosa sonrisa de quien sabe la cantidad de almas que le traerá el “Invictus” solo con un par de frases.
La frase de Ignacio González "Le pido a Dios que me ayude y me ilumine por el bien de todos" irritó a Tomás Gómez, quien acusó al nuevo Presidente de financiar colegios religiosos integristas y le solicitó que, entre tanto, le pida a la Iglesia Católica que pague el IBI en la Comunidad de Madrid. Considerado por Alfonso Ussía como "intelectualmente lo más parecido a una almeja maltratada en su infancia", Tomás Gómez parece esforzarse día a día con entusiasmo para no desmentirle.
Vapuleado dialécticamente por sus adversarios y despreciado por Rubalcaba, Gómez se agarra al clavo ardiendo de la Chacón, al compartir ambos con entusiasmo el mismo nivel de rigurosa renuncia intelectual y moral.
Posiblemente, el nuevo jefe de los socialistas madrileños, pretende llegar a las cimas oratorias de su adorado Obama, pero no sé si sus mensajes vacíos o ininteligibles llegarán más allá de sus aparatos auditivos. He aquí una muestra:
“(crisis, paro, país, partido) palabras duras, palabras grandes. Palabras que se entienden mejor cuando las traducimos a la vida vivida por la gente”.
“Ser pobre, en cualquier lugar del mundo, es tener que esperar; y en el Madrid de Esperanza Aguirre y Rajoy hay cada vez más colas de espera“.
“Esa mezcla de decepción y de rabia, de rebeldía y de impotencia, que llena el ánimo y el desánimo de tanta gente”.
“Frente a quienes siempre nos invitan a desistir, yo os propongo que impere entre nosotros la voluntad de insistir“.
“Y la cosecha, compañeras y compañeros, tarda en crecer. Sobre todo cuando se pisa demasiado el sembrado“.
“La mayoría de los socialistas madrileños hemos trabajado para construir una respuesta. También esas palabras deben traducirse a vida“.
“No hay mejor declaración de amor a la patria, que la declaración a Hacienda“.
El secretario general del Partido Socialista Madrileño, nos ha dejado también una de esas tonterías y populismo barato que tanto gusta a la casta política, dijo que había que inhabilitar a cualquier miembro del Opus Dei para desempeñar un cargo público. Textualmente sus palabras fueron: “elevar a rango de ley que, personas que pertenezcan a pseudosectas como el Opus Dei, no puedan ocupar responsabilidades públicas". Gracias, no hay problema, los hijos espirituales de San José María ya tienen claro que les espera un brillante porvenir político.
En otra ocasión, no se le ocurrió otra cosa que pedir a la Iglesia que renuncie a parte de la asignación del IRPF por la crisis.
Tomás Gómez se parece demasiado a esos creativos que recurren insistentemente al sexo y al mal gusto por carecer de talento.
Hace poco, un buen amigo me comentaba que yo estaba equivocado, pues él estaba convencido que Tomás Gómez practicaba el "entrismo", siendo en realidad un derechista convencido y muy inteligente, empeñado en cargarse al PSOE, al mismo tiempo que ayudaba de manera incomparable a todos los críticos con el socialismo . Es posible... o hilarante.